Beatriz Serrano, finalista, y Paloma Sánchez-Garnica, ganadora del prestigioso Premio Planeta de Novela, se reunieron para compartir sus experiencias y reflexiones sobre la escritura y la narrativa contemporánea. Este encuentro, que tuvo lugar en un formato de rueda de prensa, ha conseguido la atención de los periodistas que han asistido a los eventos organizados por la Editorial Planeta, que han generado un gran interés en torno a sus obras.
Durante el encuentro con los periodistas, Beatriz Serrano reveló detalles sobre su novela, que se centra en la vida de una niña llamada Blanca. La historia comienza en un momento crucial: el día en que Blanca, con tan solo nueve años, se entera de que su madre se ha "marchado de vacaciones", cuando en realidad, la madre decidió abandonar a su familia. Este giro dramático establece el tono de una narrativa que explora temas profundos como la soledad, la salud mental y los silencios familiares.
Beatriz explicó que la novela no se encasilla en un género específico, lo que la convierte en una obra única. "No escribo pensando en un género, sino en contar una historia que resuene con los lectores", afirmó. La autora enfatizó la importancia de los silencios y secretos que a menudo se esconden en las dinámicas familiares, y cómo estos pueden afectar a los más jóvenes. "A veces, los padres intentan proteger a sus hijos ocultando la verdad, pero esto puede tener consecuencias emocionales profundas", añadió.
La novela de Paloma Sánchez-Garnica titulada "Victoria" se sitúa en un contexto histórico significativo: los primeros años de la Guerra Fría, específicamente entre 1946 y 1961, un periodo marcado por tensiones políticas y sociales. A través de la historia de tres mujeres —dos hermanas y una amiga—, la autora ilustra cómo estas mujeres intentan sobrevivir en un Berlín dividido y ocupado. "Quería mostrar cómo la historia afecta a las vidas de personas comunes, no solo a los grandes personajes históricos", dijo.
La narrativa se entrelaza con la vida de personajes masculinos, como el capitán Norton, quien representa la otra cara de la historia desde el lado estadounidense. A medida que las vidas de estas mujeres se cruzan con las de los hombres que las rodean, sus destinos se ven marcados por las decisiones y las circunstancias de la época. "Es una historia sobre sueños rotos, tanto el sueño americano como el del socialismo, y las consecuencias que esto tiene en la vida de las personas", reflexionó Sánchez-Garnica.
En un momento de la conversación, Beatriz Serrano planteó la cuestión del género literario, a lo que Sánchez-Garnica respondió con claridad: "No quiero que mi novela sea etiquetada como histórica, porque no se centra en un personaje o un evento histórico específico, sino en las emociones y las relaciones humanas". Esta declaración resuena con muchos escritores contemporáneos que buscan romper con las convenciones tradicionales del género.
La autora también mencionó el impacto del macartismo en Estados Unidos, un periodo que causó sufrimiento a muchas personas inocentes. "Quería reflejar cómo el miedo y la paranoia pueden destruir vidas, no solo de figuras públicas, sino de ciudadanos comunes que simplemente buscaban vivir en paz", concluyó.
El encuentro entre Beatriz Serrano y Paloma Sánchez-Garnica no solo celebra el éxito de la ganadora del Premio Planeta, sino que también destaca la importancia de la literatura como medio para explorar y comprender la condición humana. A través de sus obras, ambas autoras invitan a los lectores a reflexionar sobre sus propias experiencias y las complejidades de la vida.
Con el reconocimiento que han recibido, tanto Serrano como Sánchez-Garnica continúan inspirando a nuevas generaciones de escritores y lectores, reafirmando el poder de la narrativa para conectar, sanar y provocar el pensamiento crítico en un mundo en constante cambio.