Un cambio de paradigma en la promoción del libro y la lectura ha traído consigo la irrupción de las redes sociales, lo que ha permitido un mayor conocimiento de los catálogos y ha ampliado el acceso a nuevos lectores. Este mensaje se ha destacado en la primera jornada profesional de LIBER, la Feria Internacional del Libro que se lleva a cabo en Barcelona.
El poder de prescripción que ejercen las redes sociales ha crecido considerablemente, sumándose a la influencia de los medios de comunicación tradicionales. En el ámbito literario, este fenómeno ha resultado muy beneficioso, especialmente tras la pandemia, ya que ha revitalizado y rescatado del olvido títulos que parecían perdidos. Por ello, no sorprende que el sector editorial haya optado por utilizar estos canales digitales para promocionar sus obras y establecer una conexión más cercana con los lectores. Durante las últimas dos décadas, el uso de las redes sociales ha evolucionado notablemente. Agustín Paz comentó: “hoy el 76 % de los seguidores de nuestras redes sociales son mujeres. Además, el uso de las redes es muy diferente entre los grupos de edad. Así, Facebook es una red usada fundamentalmente por usuarios de entre 45 y 60 años, Instagram por personas de entre 25 y 44 años, edad similar de quienes usan ‘X’, si bien es mayor el porcentaje de hombres que lo usan. Tik Tok es una red que emplean la juventud entre 14 y 24 años que está generando la mayor comunidad de lectores, a través del fenómeno booktok, de las que existen actualmente. Además, está contribuyendo a dar una segunda vida a algunos libros”.
El editor y fundador de Impedimenta, Enrique Redel, comparte su perspectiva: “durante la pandemia, la lectura fue un refugio frente a la realidad y eso ha traído a la actualidad títulos que no estaban en primera línea”. En opinión de Redel, “hoy una buena parte de nuestra tarea como editores consiste en comunicar, en alimentar las redes sociales para, a través de ellas, hacer visible nuestro catálogo. De hecho, la mayoría de las recomendaciones, hoy, se producen en las redes sociales, por lo que trabajarlas resulta clave”.
El uso de las redes sociales puede convertirse en un factor diferenciador para las librerías. Rafael Arias, librero de Letras Corsarias en Salamanca, ha comentado: “Es importante hacer un análisis de la conversación en redes sociales porque eso nos va a dar pistas sobre qué puede interesar a los lectores. Tenemos claros ejemplos de cómo una recomendación realizada en un programa de radio o en las redes genera un impacto en las ventas”. En su experiencia, ha indicado que han intentado construir “una imagen de marca que genere confianza y que traslade al mundo virtual lo que les distingue en el mundo real”.
Durante la primera jornada profesional de LIBER, gran parte de las mesas se ha dedicado a examinar el impacto que la Inteligencia Artificial podría tener en el ámbito del libro. Aparte de los desafíos relacionados con el uso de contenidos protegidos por derechos de propiedad intelectual, ha surgido la noción de que autores y editores de libros, periódicos, revistas y partituras consideran viable la inclusión de la inteligencia artificial (IA) en el mercado editorial digital. Sin embargo, subrayan la necesidad de que esta integración se realice de manera controlada. Esto implica que cualquier utilización que estos sistemas informáticos hagan de dichas publicaciones debe contar con la autorización de sus titulares de derechos, asegurar una compensación justa por su uso y garantizar la trazabilidad de los contenidos empleados para el entrenamiento y las posteriores aplicaciones de los modelos de IA.
La mesa redonda titulada "Inteligencia artificial y sector editorial: ¿cómo monetizar tus obras?", organizada por CEDRO en Liber, ha llegado a esta conclusión principal. Participaron en el evento Jorge Corrales, director general de CEDRO, y Álvaro García Hernández de Alba, director general de Datamarket. La moderación de la sesión estuvo a cargo de Carme Riera, escritora y presidenta de CEDRO.
Daniel Benchimol ha señalado la importancia de examinar el uso de la inteligencia artificial para entender cómo puede beneficiar la labor editorial, especialmente en una etapa en la que esta tecnología aún se encuentra en sus inicios. Según su perspectiva, todas las profesiones se verán afectadas, aunque sea de manera parcial, por esta evolución tecnológica. No obstante, también destaca las amplias oportunidades y herramientas que pueden facilitar el trabajo en el ámbito editorial.