Será que nuestra memoria es frágil y que, en la era de las rápidas comunicaciones y redes sociales, buscando nuevas formas de llegar a la gente, se nos olvida que hubo un género, al que denominaron “chico”, pero era muy grande.
La Zarzuela era nuestra ópera española, nuestro musical contemporáneo de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. Era nuestra danza contemporánea de aquel entonces y nuestros bailes típicamente folclóricos, eran las canciones que todos se sabían de memoria, eran los personajes castizos y no tanto, que se identificaban con el pueblo e, incluso, con la nobleza. Era el entretenimiento por antonomasia, donde los espectadores se ponían sus mejores galas para ser vistos y mirar a los demás, para encontrarse con la burguesía imperante, y eran los argumentos que trataban temas de actualidad, políticos, sociales y sentimentales.
Esto era nuestra Zarzuela, la que cantaban nuestras abuelas y nuestras madres, para los que ya somos mayores, la que llenaban los días de trabajo y las noches de insomnio, la de la sencillez y el humor por los cuatro costados, la que se atrevía con ambientes tropicales, religiosos, costumbristas y de otras hazañas beligerantes, la Zarzuela de autores como Chueca, Bretón de los Herreros, Barbieri, Chapí, Amadeo Vives, el maestro Serrano, Francisco Alonso, o el mismísimo Isaac Albéniz. Junto con libretistas de la categoría de los Fernández-Shaw, Miguel Echegaray, hermano del premio Nobel José de Echegaray, Ramón de la Cruz, Miguel Ramos Carrión, Ricardo de la Vega, Ventura de la Vega…
Y hoy, en pocas sesiones dentro de los Veranos de la Villa, llega Álvaro Tato (Ron Lalá) a hacernos una dramaturgia chispeante y divertida sobre los avatares de “la nuestra Zarzuela”, haciendo hincapié, principalmente, en los aspectos musicales y en sus bailes, que abarcan todo tipo de estilos. Así surge Zarzuela en Danza, dirigido con gran soltura por Nuria Castejón, y bajo la batuta en la dirección musical de José Antonio Irastorza.
En una producción de la Compañía Lírica Amadeo Vives, Pierrot y Colombina Producciones Teatrales, bajo los auspicios del Teatro de la Zarzuela dentro de su Proyecto Zarza. Y, al aire libre, como si fuera una corrala, como en gran patio de vecinos que salen al fresco en las noches de verano, nos deleitamos con un nuevo concepto y de abordar la miscelánea de la Zarzuela. Una orquesta excepcional, la Orquesta titular de la Compañía Lírica Amadeo Vives.
En un sueño que no nos adormece, sino que nos lleva a viajar a través del tiempo y las emociones, asistimos a un espectáculo de solvencia que no podemos dejar de celebrar. Hay flamenco, sevillanas, danza moderna, ballet clásico, bailes regionales, ritmo, castañuelas, taconeo, canto, coreografías medidas, coordinadas y altamente creativas. En un algún momento, sobre todo al principio, se me vinieron a la memoria algunas de las coreografías de West Side Story, pero con nuestra esencia, con sabor autóctono, recogiendo la actualidad de nuestra forma de bailar con la tradición más exquisita de nuestro cuerpo del baile más ancestral.
Me sumo a la petición y ruego del dramaturgista, Álvaro Tato, a que debemos revivir la Zarzuela, la tradicional, actualizando sus contenidos o presentándola tal cual, para conocimiento de las nuevas generaciones pero, sobre todo, que se creen nuevos libretos, con nuevos músicos, con temas de hoy y de todos los tiempos. ¿Quién se atreve? Si en La Gran Vía triunfan los musicales de corte anglosajón, ¿por qué no va a hacerlo una Zarzuela de estreno absoluto?
ZARZUELA EN DANZA
Música: Tomás Bretón, Ruperto Chapí, Federico Chueca, Amadeo Vives, Gerónimo Giménez, Reveriano Soutullo y Juan Vert, Vicente Lleó, Gonzalo Roig y popular.
Dirección musical: José Antonio Irastorza
Dirección de escena y coreografía: Nuria Castejón
Dramaturgia: Álvaro Tato
Escenografía: Carmen Castañón
Vestuario: Gabriela Salaverri
REPARTO
Bailarines: Cristina Arias, Marián Alquézar, David Acero, Ángel Capel, Andro Crespo, María Ángeles Fernández, Lucía Fernández, Olivia Juberías, Daniel Morillo, Carla Prado, Luis Romero, Cristian Sandoval
Con la colaboración de Eduardo Cortés, guitarra flamenca y cajón
Orquesta titular de la Compañía Lírica Amadeo Vives
Espacio: Centro Cultural Conde Duque, Patio Central, dentro de la programación Veranos de la Villa