"Burro" en el Patio de Armas del Castillo de Peñíscola
(Foto: Pilar Diago).
El pasado 20 de julio concluyó con gran éxito el XXVII Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, organizado por la Diputación de Castellón, que este verano ha llevado al Patio de Armas del Castillo de Peñíscola seis espectáculos, además de dos interesantes actividades de y para jóvenes. El festival, que ha vuelto a reafirmar su posición como uno de los acontecimientos culturales más destacados de la región, ha recibido en esta última edición la visita de un total de 1650 espectadores, con una ocupación del aforo del 92%, superando así todas las expectativas y consolidándose como un referente en la programación de teatro clásico de la Comunidad Valenciana.
El festival, celebrado en el majestuoso entorno del Castillo de Peñíscola, ha ofrecido una selección de obras provenientes de la Comunidad Valenciana, Madrid, Cádiz, Sevilla y Segovia, que han deleitado tanto a amantes del teatro clásico como a visitantes ocasionales, y en las que ha sido nota imperante el humor y la música en directo. Este verano en el Castillo se han escuchado las palabras de importantes autores clásicos como Molière, Goldoni, Calderón de la Barca, Cervantes, Shakespeare, Apuleyo, Juan Ramón Jiménez, Perrault, Ovidio, Esopo, La Fontaine, Flaubert, Tolstoi, Clarín… Ellos, junto a autores actuales como Ana López Segovia, Álvaro Tato o Chema Cardeña, nos han mostrado una vez más que el clásico sigue de plena actualidad.
Por Peñíscola durante los 12 días que ha durado el festival se ha podido ver a uno de los mejores actores del panorama nacional, Carlos Hipólito interpretando a un burro de más de 6000 años de edad en la obra Burro, que explora los grandes textos sobre asnos de autores desde la Grecia y Roma clásicas hasta el siglo pasado, con dramaturgia de Álvaro Tato y dirección de Yayo Cáceres. También han visitado el Castillo grandes representantes del teatro clásico como Eduardo Vasco y su compañía Noviembre Teatro en la coproducción con el Teatro Español Las locuras por el veraneo de Goldoni, con vestuario de Lorenzo Caprile; o Chema Cardeña con una coproducción del festival con la compañía de la Comunidad Valenciana Arden Teatro, que inauguró esta edición con Damas malditas, basada en tres importantes personajes femeninos de la literatura: Anna Karenina, Madame Bovary y La Regenta.
Además han pisado el festival los montajes de dos Premios Nacionales de Teatro: Ana Zamora y Ricardo Iniesta. Ana Zamora (Premio Nacional de Teatro 2023), con su compañía Nao d’amores, con sede en Segovia, y en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ha presentado El castillo de Lindabridis de Calderón de la Barca, una obra de aventuras situada en la época de las novelas de caballerías. Y desde Sevilla ha llegado Ricardo Iniesta con su histórica compañía Atalaya–TNT (Premio Nacional de Teatro 2008), que ha traído El avaro de Molière, una particular versión musical de este clásico francés.
La clausura estuvo a cargo de la compañía gaditana
Las Niñas de Cádiz, con
Las bingueras de Eurípides, una desternillante versión de
Las Bacantes con texto de
Ana López Segovia y dirección de
José Troncoso, con entradas agotadas casi desde el principio del festival y que hizo reír a carcajadas a todo el público asistente al Patio del Castillo.
Además, entre las actividades complementarias, ha tenido lugar la proyección de Mirar al cielo, documental de Antonio Hernández Fimia que cuenta desde dentro el proyecto de la sexta promoción de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico durante los ensayos de La discreta enamorada. También, para fomentar el teatro entre los jóvenes de la región, se ha celebrado en colaboración con la Regidoria de Joventut de l’Ajuntament de Peníscola la segunda edición del el Taller Pepe Monleón de Periodismo Joven, en que sus participantes han vivido más de cerca los vericuetos de la prensa cultural y han escrito una serie de crónicas que se pueden leer en la web del festival.
La alta asistencia y el elevado porcentaje de ocupación reflejan no solo el interés y la pasión del público por el teatro clásico, sino también la calidad y diversidad de la programación. Con la intención de volver el próximo año con nuevas propuestas y el mismo compromiso con la tradición teatral, el Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola agradece el calor recibido por su público en la presente edición y se despide hasta el verano próximo.