Todo muy protocolario. Lo normal de honorable a honorable en el exilio. Aquí seguimos con el de “puta a puta, zapatazo”. Pero Puigdemont se ha sofisticado mucho. Hasta se ha recortado el flequillo. Es ya un belga de adopción. Los belgas serán cabroncetes, pero guardan las formas. Mira Paola de Lieja., su ex reina. Hace poco nos enteramos que fue amante del cantante Adamo. “Mis manos en tu cintura”, le susurraba al oído. Igual que Chavela Vargas “Ponme la mano aquí Macorina”.
Qué fuerza tienen los sentimientos, tío. “El amor está por encima de las ideologías” es lo primero que ha dicho Zapatero al conocer la carta de Pedro Sánchez. Sánchez es un hombre profundamente enamorado de su mujer, que dimite por amor. Por amor puedes cometer locuras. Por amor a una mujer o a la patria. La historia está llena de locuras de amor. El sultán Sha Jahan construyó el Taj Mahal para su favorita y Puigdemont pide otros veintidós mil millones para sus embajadas de chichinabo. Y si Sánchez no dimitiera lo mismo se los daba. Es un filántropo que no sabe decir que no. Todo por amor a la convivencia y el buen rollo. Joder y tú polarizando, tío.