Hace unos días recomendaba comprar ropa de segunda mano o reutilizar la vieja con espíritu creativo, ecológico y sostenible. Mientras ella viste modelazos de marca (600 pavos cualquier trapito fashion de los que se echa encima) y tiene un fondo de armario sin fondo, más variado que el de cualquier royal europea.
Pero todo lo hace por nuestro bien. Qué más quisiera ella que vestir como cuando era una comunista estándar con un pañuelo palestino al cuello. Se sacrifica porque una vicepresidenta tiene que serlo y parecerlo. No va a ir de low cost por la vida. En el fondo es una ingenua de las que cree que el hábito hace al monje. Yolanda y su corte de los milagros trabajan por una sociedad igualitaria, democrática y libre ¿Igualitaria? Más o menos. Cada día vemos pasar delante del morro millones de euros, como las vacas ven pasar al tren ¿Democrática? Están en ello, en que todos los partidos políticos legalizados puedan soltar su arenga en el País Vasco sin que les coaccionen, amenacen o les tiren piedras. Y ¿Libre? Mira, ahí me has matao. Nunca hemos estado más vigilados, manipulados y puteados que por esta nueva Inquisición políticamente correcta de un buenismo hipócrita y atufante. Fumando espero la democracia que yo quiero.