ESCENARIOS

LOS TORREZNOS: "LA GENTE": Garbanzos imprescindibles

La gente
Alberto Morate | Viernes 19 de abril de 2024

Somos un simple garbanzo en medio de un cocido. Y, a pesar de ello, no nos amilanamos. Ponemos nuestra entidad, nuestra idiosincrasia, clara y limpia, al servicio de la comunidad.



Y, ahora vas, y te lo crees. Porque, al final, si no luchas por hacerte diferente, único, distinto serás, simplemente, La Gente. Por más que nos pese.

Números no, por favor, tenemos más entidad que todo eso. Pero sí, garbanzos. Duros, feos, en algunos casos, inútiles. Garbanzos imprescindibles, nadie lo niega, pero de forma colectiva, porque individualmente, nadie nos tendrá en cuenta.

Los Torreznos vuelven a la carga con un tema concreto: La gente. Perdidos entre todos y queriendo sobresalir entre una multitud que jamás nos hará caso pero, eso sí, “¡viva la gente!, la hay donde quiera que vas, es lo que nos gusta más”.

Cuando no queremos personalizar en nadie en concreto hablamos de la gente que, a la postre, es lo que somos todos. Es mejor decir, estaba el bar lleno de gente (aunque yo me sentía solo), que no, había un pelagatos y yo me sentía solo. Es mejor estar entre cien mil garbanzos, que no ser el garbanzo negro de la familia, que en paz descanse.

Somos restos de celebraciones, de amistades, de encuentros, de impulsos locos y de destinos inciertos.

Jaime Vallaure y Rafael Lamata, Los Torreznos, vuelven, no a la carga, porque no son bélicos, muy al contrario, nos hacen pasar un buen rato divertido, procurando que pensemos, por lo menos luego, cuando salgamos, en estas situaciones de la vida misma y del transitar cotidiano, porque mientras asistimos a sus representaciones, estamos imbuidos por su espíritu, sus repeticiones, sus planteamientos no tan alocados ni descabellados, convivimos con ellos, nos dejamos llevar y, si hay que sacar un garbanzo, lo sacamos, si hay que quedarse en el escenario de pie nos quedamos, si hay que sentarse, nos sentamos. Somos sumisos, disciplinados, buenos en el buen sentido de la palabra bueno, y nos dejamos hacer, como hace la mayoría de la gente, porque somos gente, queramos o no queramos.

En la cúspide de su teatro desnudo, nos envuelven en sus disquisiciones, conviven con nosotros, se convierten en gente, pero no resignados, ni falsos ni reales, ni actores ni prepotentes, son lo que son, dos individuos que investigan sobre ellos mismos, es decir, sobre nosotros que somos gente, y nos muestran el testimonio de nuestras repeticiones, de nuestras obsesiones, de nuestro romanticismo, que también lo tenemos, de nuestros desengaños y nuestros aciertos.

Hablando con Fran, de El Teatro Barrio, me comentó… hay gente que viene a ver a Los Torreznos, porque son ellos, da igual lo que hagan y lo que presenten. Claro que sí, porque somos nosotros, tiernos, sentimentales, inteligentes (¿o no?), desamparados, necesitados unos de otros, porque somos La Gente, con nuestro propio Yo, con nuestras realidades adversas y contradictorias, con nuestros defectos y virtudes.

Quería haber puesto en esta reseña alguna de las frases que repiten varias veces a lo largo de la puesta en escena, pero, lamentablemente, no me acuerdo. Soy frágil de memoria, pero… “con más gente a favor de gente, en cada pueblo y nación, habría menos gente difícil y más gente con corazón”. Con eso me quedo, con lo que forma parte de mi memoria ancestral. ¡Qué gente!

FICHA ARTÍSTICA

LA GENTE

Autoría y dirección: Los Torreznos
Interpretación: Rafael Lamata Cotanda y Jaime Vallaure Fernández

Espacio: Teatro del Barrio

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