¿En el famoso túmulo real de Vergina está enterrado? Puede responderte Mario Agudo Villanueva, autor de la exhaustiva biografía del padre de Alejandro Magno. Un estadista brillante fue Filipo, creador de una maquinaria militar invencible, hábil diplomático y astuto negociador.
Hace más de 50 años comenzó la polémica sobre la atribución del fascinante túmulo real de Vergina (Grecia) a Filipo de Macedonia. Específicamente, la Tumba II ha sido objeto de una controversia interminable que aún no ha sido resuelta y que surge periódicamente. Durante este debate, se han llevado a cabo estudios forenses, análisis de materiales, discusiones sobre las costumbres funerarias y comparaciones iconográficas. Incluso el paleoantropólogo español Juan Luis Arsuaga ha participado en esta discusión.
En relación a la tumba de Filipo de Macedonia en Vergina, ¿es posible certificar su ubicación? ¿Qué evidencias existen que apoyen o refuten esta afirmación?
El hallazgo del túmulo real fue anunciado en una espectacular rueda de prensa por Manolis Andronikos en noviembre de 1977. Sin embargo, poco después, sus rivales académicos y políticos negaron el hallazgo.
En febrero de 1978, se sugirió la posibilidad de que Arrideo y Adea-Eurídice fueran los propietarios de la tumba, según un artículo.
La propuesta de datar la tumba en época de Casandro fue hecha por Lindsay Adams, aunque algunos señalaron que el perfil de Adea-Eurídice se ajustaba mejor al ajuar de la mujer asociado a la guerra.
A juicio de Williams Lehmann, en 1980 se cuestionó si la bóveda de la tumba II podría haber sido construida antes de la conquista de Asia, ya que él consideraba que tenía una clara influencia persa.
Argumentando que todo era un montaje político griego, Peter Green negó la identificación de la tumba dos años más tarde.
En relación a la fachada de la tumba, Olga Palagia afirmó que podría tratarse de un paraíso persa, un espacio cerrado con plantas y animales destinado a la caza. Además, Eugene Borza respaldó esta idea y sugirió que Filipo estaría ubicado en la Tumba I en lugar de la Tumba II.
Los análisis forenses se llevaron a cabo, con el objetivo de identificar el número, edad y sexo de los enterrados en ese lugar. Además, se buscaba determinar posibles heridas para identificar a Filipo y determinar si fueron incinerados poco después de morir o más tarde.
Con el estudio de Bartsiokas y Arsuaga de 2023 como último intento, el debate sobre los restos continúa abierto para determinar si el padre de Alejandro Magno fue enterrado en Vergina o no.
Estoy aquí para ayudarte y responder a tus preguntas sobre la tumba y el personaje del padre de Alejandro Magno. Puedes contar con Mario Agudo Villanueva, autor de la exhaustiva biografía, para entrar en detalles.
A pesar de ser Filipo de Macedonia un conquistador de Grecia, forjador de la falange y estadista genial, se vio eclipsado por dos colosos contemporáneos: Demóstenes, su gran antagonista, y su propio hijo, Alejandro Magno, quien posiblemente sea la figura más célebre de la Antigüedad. Mientras que el orador Demóstenes retrató a Filipo como un tirano que acabó con la democracia ateniense en sus ácidas Filípicas, el hijo de Filipo disminuyó los logros de su padre al llevar a cabo una invasión del Imperio persa que ningún griego había siquiera soñado. Sin los sólidos cimientos plantados por su padre, nada hubiera sido posible.
En el siglo IV a.C., Macedonia irrumpió en la escena coincidiendo con la caída de las potencias hegemónicas en Grecia: Esparta, Tebas y especialmente Atenas, que fueron desplazadas rápidamente por este reino periférico. El principal responsable de esta transformación fue Filipo, quien fue retratado por la propaganda política de sus rivales como un hombre cruel y sanguinario, oportunista y calculador, engañoso, alcohólico y mujeriego, un tirano dispuesto a esclavizar a los griegos. Esta imagen se ha arraigado en el imaginario colectivo, donde la figura de Alejandro Magno se ha construido a partir del complicado triángulo afectivo que formaba con sus padres: Filipo, un padre abusivo y alcohólico, y Olimpíade, una madre mística, posesiva y conspiradora. Sin embargo, el análisis de las fuentes literarias y arqueológicas nos permite liberarnos de esta imagen y descubrir a un gobernante capaz de rescatar a un reino desahuciado del abismo, reformar el ejército convirtiéndolo en una fuerza invencible, manejar la diplomacia griega con astucia formidable y aprovechar los recursos naturales de su territorio para convertir a Macedonia en la mayor potencia económica, política y militar de su tiempo. Si queremos comprender el mundo antiguo, no podemos hacerlo sin considerar a Alejandro. Y si queremos entender a Alejandro, no podemos ignorar a Filipo.
Mario Agudo Villanueva (Madrid, 1977). Licenciado en periodismo por la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Es, además, MBA por la Universidad de Deusto y la Escuela de Administración de Empresas. Su carrera en el ámbito de la divulgación comenzó hacia el año 2002, con publicaciones en diversas revistas. En 2003 creó Mediterráneo Antiguo, hoy Legado griego, que inicialmente era una página web dedicada a la arqueología, la historia y el patrimonio. Es autor o coautor de una decena de libros y colaborador habitual de revistas como Historia National Geographic, Muy Historia y Desperta Ferro.