El desagüe es el destino que nos reserva la vida. Mira Rubiales. Una canallada, tío. Espero que algún Garganta Profunda lo coloque en Abu Dabi. Pero lo más inquietante de la semana es comprobar la cantidad de masocas y morbosos que andan sueltos. La misma atracción fatal que el trocito de cebolla siente por el fregadero es la del pueblo llano (y no tan llano) que disfruta asistiendo a los funerales de los VIP`S. Ese desgarro, ese desahogo irracional y primitivo ¿A qué van, tío?
Detesto la exhibición impúdica del dolor y del amor. Qué necesidad tenemos de mostrar nuestras reacciones más atávicas y viscerales. Hemos convertido los funerales en un circo. Sobre todo porque se mueren los otros y no tú. Hay un ranking mundial de exequias ilustres y no te creas que todo empezó con Lady Di o Isabel II. Mucho antes y entre los más multitudinarios figuran los de Eva Perón, Stalin, Juan Pablo II, Teresa de Calcula o Gandhi. Un largo etcétera de héroes y villanos. Pero el record total de asistencia lo tiene Hugo Chávez y el de audiencia televisiva, Michael Jackson. No sé qué conclusión sacar de este dato. Dale tú un par de vueltas a ver qué se te ocurre...