Pero que no se me olvide felicitar a Carlitos Alcaraz. Aunque soy más fan de Djokovic, por lo de las vacunas, ya sabes (¡El negacionismo al poder!). En cuanto a filias, fobias y manías, que cada palo aguante su vela. Eso sí, ojo con las manías que se pueden convertir en obsesiones. Mira cómo sublima Nadal sus tics obsesivos antes de cada saque. Desbarrar es muy fácil. Empiezas con un gesto mecánico de guiñar un ojo a destiempo o rascarte la nariz cuando no te pica y terminas volviendo a casa para asegurarte que has apagado la plancha y la vitrocerámica. Seguro que lo has hecho alguna vez. Y si no es la plancha o la vitro, el caso es torturarte gratuitamente.
O sea, que por una cosa o por otra se nos va mucho la olla. Pero consuélate con David Beckham. Lo suyo es más grave. Nunca echa los calzoncillos a lavar, directamente los tira a la basura y estrena uno cada día (Uno o varios según la coyuntura) Imagínate esos boxers Calvin Klein y esos tangas Armani que cuestan una pasta. Manías de nuevo rico. Dios da pañuelo a quien no tiene mocos. Igual calzoncillos también. Bueno, es un decir, no lo malinterpretes.