La casa vacía está llena de emociones, sentimientos, recuerdos, pasión.
Ella ya no está, nos han quitado su voz, su presencia, sus palabras, sus silencios. Queda su obra. Queda su esencia. Solo puedo expresarme ya a través de su verdad. No pueden quitarnos su paz, su piel, porque está en sus pinturas, en sus esculturas. No pueden quitarnos su libertad.
La casa vacía, hay que desmantelarla después, pero agrupemos sus creaciones más importantes para salir de esta prisión en la que ahora nos encontramos.
Una propuesta de Proyecto Larrua donde el teatro, la danza, el audiovisual, la iluminación, la poesía, la música, el movimiento, el documento, el periodismo, van juntos de forma “transdiciplinar”, con el texto de Pedro Casas, la coreografía de Jordi Vilaseca y dramaturgia de ambos.
Es un paso adelante, de una elegancia exquisita, una historia de arte y relación, de creatividad y reportaje, de cercanía y vida. Ya no hay decepción, aunque la casa esté vacía. Hay un gusto amargo y dulce por saber que la protagonista del argumento, aunque esté ausente ya, nos está dando su mejor versión.
Mientras los actores/bailarines se quitan la ropa, nosotros pensamos que nos quiten lo “bailao”. Porque nos ejecutan una partitura corporal, un texto poético que es una declaración de amor, una música que acompasa al corazón, un diseño de luces que nos lleva al cielo estrellado cuando aún no se ha puesto el sol.
Se fue la vida, pero no diremos adiós, no tendremos la sensación de casa vacía, porque el espíritu de la artista ha arraigado, y la danza iguala, expresa, gime, coordina las almas y hace que el testimonio del personaje que fue su pareja sonría por dentro y nos cuente su historia de amor.
Es un nuevo lenguaje, la esencia de dar vida a lo inerte, que las hojas de otoño sean testimonio de lo vivido, nada hay inerte, solo lo que queremos que se olvide.
Los intérpretes, Begoña Martín, Ingrid Magrinyà, Maddi Ruiz de Loizaga, Ainhoa Usandizaga, Aritz López, nos invitan a no ser meros espectadores, quieren que visitemos esta galería de seres humanos que entrelazan sus cadencias, este estudio de relaciones personales, con sus sentimientos, que se pueden apreciar visualmente, en cada movimiento, en cada coordinación, en cada escultura viva, en cada acción.
La casa no se queda vacía, hay mucho que descubrir en esta propuesta de sensibilidad.
PROYECTO LARRUA
Coreografía: Jordi Vilaseca
Intérpretes: Begoña Martín, Ingrid Magrinyà, Maddi Ruiz de Loizaga, Ainhoa Usandizaga, Aritz López
Textos: Pedro Casas
Dramaturgía: Jordi Vilaseca & Pedro Casas
Diseño de iluminación: David Alcorta
Escenografía: Enric Planas
Espacio sonoro: Luis Miguel Cobo
Vestuario: Xabier Mujika
Coproducida por: Gobierno Vasco, Red de Teatros de Vitoria Gasteiz, Dansa Metropòlitana, Proyecto Larrua y La Faktoria.
Espacio: IX Festival Essencia de la Teatralidad en La Cuarta Pared