Con su magnífica conferencia "El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXI", Antonio leal Jiménez dio inicio al ciclo "Universo Quijote", en ella desgranó los ingredientes necesarios para que las empresas tengan éxito ofertando sus productos o servicios siempre basándose en las enseñanzas del Quijote.
En la Casa Museo del Hidalgo, a las 20:00 horas del miércoles 26 de abril, con la llamativa e incomprensible ausencia del mundo empresarial alcazareño -ante un tema de sumo interés para ellos-, tenía lugar la magnífica disertación del alcazareño Antonio Leal Jiménez titulada "El Quijote como filosofía de Marketing del siglo XXI", con la que se daba comienzo al ciclo de conferencias "Universo Quijote" abiertas al público en general y en la que especialistas vinculados con diferentes aspectos del Quijote ofrecerán su conocimiento al público alcazareño.
Antonio Leal Jiménez es uno de los mayores expertos de Marketing de España con prestigio internacional, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Cádiz, Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Málaga, Máster en Business and Administration, Profesor Titular de Universidad, ha sido Director de Marketing Institucional de la Universidad de Cádiz y anteriormente vicepresidente ejecutivo de Marketing de Bodegas TERRY, su enorme experiencia en el mundo del marketing le hacen ser un conferenciante que merece la pena escuchar.
Leal Jiménez hizo mucho hincapié en el aspecto humanista y de los valores aprendidos en la obra de Cervantes y afirmó que el Quijote se paladea de forma diferente según la edad con la que uno lo lea y cuando más se disfruta es cuando ya tienes cierta madurez y vivencias.
Se hizo tres preguntas ¿Qué tiene que ver el Quijote con el Marketing del siglo XXI? ¿Puede tener algo en común don Quijote con el Marketing actual? y ¿Es posible pensar que el mundo de los sueños puede relacionarse con los sistemas empresariales?
Basó en estas tres preguntas el hilo conductor de la conferencia, asegurando que en las tres preguntas la respuesta es afirmativa, pasando a desgranar el contenido de su exposición.
Analizado el estado de la cuestión nos encontramos con que debemos apoyarnos en estas tres patas principales: la empresa (que debe ofrecer, credibilidad, reputación y responsabilidad social, así como servicio al cliente y ser capaz de generarle entusiasmo), el Marketing (calidad, nichos de mercado, innovación) y Cervantes, que no era un hombre de empresa, pero su manera de ver las cosas tenía muchísimo fundamento y es digno de ser tenido en cuenta. El marketing es una media de ciencia y arte, es el equilibrio entre técnica y creatividad.
Al igual que en la política, perdemos interés cuando dos partidos solo se insultan y se lanzan improperios mutuos, así ocurre cuando dos empresas hacen campañas de marketing contrarias atacando los productos del contrario, lo que les lleva a tomar decisiones erróneas como bajar los precios o reducir los costes. El resultado es estrechar el mercado y perjudicar el empleo. Mientras que, si se dedican a un marketing creativo, lo que harán será ampliar el abanico de posibilidades, generar oportunidades y abrir el mercado de trabajo. Apuntó que don Quijote es un modelo de liderazgo empresarial por el convencimiento de la misión que tiene que cumplir y el empeño que pone en conseguir este objetivo.
Para triunfar, ofreció unos sabrosos consejos basados en el Quijote: poner pasión en todo lo que se hace, valorar a las personas, rodearse del mejor equipo, ser fiel a uno mismo, no tener miedo a los gigantes que son simples molinos.
Igualmente dijo quiénes eran -en su opinión- ejemplo de nuevos quijotes: Bill Gates, Steve Jobs, o Mark Zukerberg (que dijo aquello tan bonito de que no hay que crear servicio para ganar dinero, sino que hay que ganar dinero para crear nuevos y mejores servicios). O cómo los españoles Amancio Ortega o Juan Roig, todos siguen escrupulosamente, la inspiración de don Quijote para hacer frente a sus dificultades porque son grandes soñadores. Dijo, además, que los agentes de publicidad tienen que soñar continuamente y para soñar hay que leer el Quijote.
También apuntó una idea que deberíamos aplicarnos si queremos triunfar en la oferta del turismo de la Mancha, indicó que era un gran error concurrir cada pueblo por su lado en la defensa de "su" turismo, que así no se llegaba a ningún sitio y que las posibilidades de fracasar son casi seguras.
Apuntó a que todas las poblaciones que tienen algo que ofrecer en relación con el Quijote, deberían estar convencidas en ir de la mano colaborando en lograr un objetivo común, que él llamó "Lugares del Quijote" y que una vez ofrecido ese producto, cada lugar se empeñe en mejorar dentro en lo posible sus infraestructuras y su oferta turística pero siempre sin perder fuerzas en enfrentarse con los de al lado, sino teniendo siempre a la vista el objetivo común que es el de reforzar un proyecto turístico de primer orden que atraiga con fuerza al turista literario.
Precisamente en esta misma idea coincide con la Sociedad Cervantina que siempre han apostado por la "Comarca Quijote" teniendo claro que sólo de este modo se puede organizar un turismo fiel que obtenga por su dinero invertido un contenido de calidad y un grado de satisfacción que le haga sentir que le ha merecido la pena visitar la Mancha y que recomendará a sus amistades, haciendo crecer las visitas de forma exponencial.
Impartió un consejo fundamental: "No dejen de leer, siempre que puedan, unos párrafos de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha". Aseveró que "el idealista no conoce límites, la persona con ideales es una persona con los pies en la tierra y el corazón en el cielo, lo importante es marcarse metas y poner toda tu alma en cumplirlas".
Y cerró la conferencia exhortando a los presentes a leer, releer y practicar el Quijote, confesó que cada vez que vuelve a las páginas del Quijote le hacen renovar su fe en los hombres que se atreven a soñar y no sólo eso, sino que con su lectura se permite construir nuevas ilusiones personales porque siempre hay una aventura que nos está esperando.
"No se necesita una varita mágica para cambiar las cosas, dentro de nosotros mismos yace la magia que nos impulsa a hacer grandes cosas".