No me dio tiempo a disfrutar de mi marido, no tenía trabajo, no tenía medios, tenía miedos, al final tuve que convertirme yo misma en él, en mi marido.
Yo era un cero a la izquierda en una Alemania en el periodo de la Gran Depresión, y en los inicios de un Führer en alza en una situación de opresión y nazismo.
Tuve que sacar valor, tuve que enfrentarme a las burlas de los compañeros porque me tildaban de afeminado, pero es que tuve que convertirme en Hombre por necesidad.
Todas estos pensamientos y vivencias las narra y las cuenta y las vive Ella Gericke, interpretada aquí por una convincente y desolada Gabriela Flores. Ella es él, y solo busca subsistir, sola, buscando el valor donde no lo hay, yendo de frente, con los cinco sentidos, para evitar el paro, el hambre, el frío, la soledad, la guerra, y a sus propios compañeros de fábrica y al machismo.
Pero el personaje que representa Gabriela Flores, y que dirige con acierto en un ambiente oscuro y de miseria, Eva Redondo, no es ambiguo. No juega al despiste del disfraz, al equívoco de las apariencias, porque es auténtica y aunque todo se vuelva en contra y negativo, solo pretende que sea lo menos imperfecto posible.
Eva Redondo ha adaptado este monólogo soberbio sobre el original de Manfred Karged. No da el pego su miedo, su abismo, ese ambiente desolador que parece un agujero de miseria y horror sin posibilidad de escape.
El montaje te mantiene con el silencio en vilo. Capaz de revivir momentos aunque no hayamos sido testigos de ello. Nos lo hace sentir en carne propia, donde apreciamos los efectos de guerras incruentas, de paro y necesidad, de vivencias sin control, de experiencias que todos, en algún momento, hemos oído o sentido.
Ahora lo vemos claro, o al menos comprendemos el horror, que casi un siglo después, sigue sucediendo, porque los resultados de las guerras, del paro, de los refugiados, de los huidos, son los mismos. Cambian los mandatarios, pero actúan igual y las personas que están abajo son otras, pero reflejan lo que sucede en los lugares de conflictos.
Cambiar la identidad de mujer a hombre, o viceversa, ¿quién no lo haría si con ello subsistimos?
Autoría: Manfred Karge, versión de Eva Redondo
Dirección: Eva Redondo
Elenco: Gabriela Flores
Espacio: Teatro del Barrio