escuché el crepitar de las chispas escapando de la hoguera
parlamentos explotando en el aire
sus llamas iluminando el escenario
las sombras moviéndose entre las llamas
crepitantes svobodas ocultando la realidad
dando magia al teatro de la vida
la vida de los mineros
actores y espectadores de la escena
un relámpago destruyó la luz
viejas latas vacías arrojaban rayos de luz sobre la escena
los rayos de luz se desparramaban devolviendo la libertad a los actores
los rayos de luz iluminaron la sala devolviendo la libertad a los espectadores
el teatro se volvió sagrado
en un acto de comunión
se dio sentido a la palabra
todos preguntaron
todos respondieron
todos se abrazaron en la duda
un rayo asesinó la respuesta
una luz ultravioleta oscureció la escena
una luz ultravioleta iluminó el alma
una luz ultravioleta iluminó la mirada
desechó lo superfluo
hizo sonar la voz de los desaparecidos
devolvió la vida a aquellos a los que la vida arrebataron
una luz ultravioleta permitió que los actores se amaran sobre escena
una bala atravesó la cortina de luz dejando al desnudo a los actores
sobre un fondo blanco se desarrolló la historia
las sombras crecieron por sobre el parlamento
el parlamento cambió el color del fondo blanco
el espectador cambió el color del fondo blanco
lo vistió de rojo para darle calor a los personajes
los vistió de nieve para hacer aflorar su pureza
el amarillo les dio la acidez de un texto descompuesto
el telón blanco vistió la escena y se transformó en parlamento
el humo de las bombas ennegreció el fondo blanco
un rayo de luz se paseó por el cuerpo desnudo de un actor
jugueteó entre sus piernas para ocultar su sexo
jugueteó entre sus piernas para exponer su sexo
levantó sus brazos para en invisible cruz crucificarlo
un rayo de luz trajo preguntas olvidadas en el tiempo
un rayo de luz atravesó la venda que cubría sus ojos
el espectador reconoció la voz que les interrogaba
y respondió por el actor que
desnudo
temblando
crucificado en invisible cruz
permanecía en un silencio aterrador frente al público
una granada dispersó la escena
el parlamento se refugió en lejanas tierras
el parlamento renació en lejanas tierras
la vida y la muerte renacieron en lejanas tierras
el parlamento regresó de lejanas tierras
en mi teatro de sueños se apagaron las candilejas que iluminaban el parlamento
mientras un rayo de luz continuaba su camino
Cuando una mirada puede congelar al agresor. Priscilla Gac-Artigas y Jaime Prats Corona. “La Autopsia”, Enrique Buenaventura, Théâtre de la Résistance-Chili, puesta en escena de Gustavo Gac-Artigas, circa 1981.
El coronel, “La Orgía” de Enrique Buenaventura, Théâtre de la Résistance-Chili, puesta en escena de Gustavo Gac-Artigas, circa 1981.
* Escritor, poeta, dramaturgo y director de teatro chileno, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Reside en los EE. UU.