Recuérdame. Como yo te recuerdo, aunque hayan pasado tantos años. No sabemos cómo abandonaremos esta vida, pero los recuerdos se van acumulando y no quiero que se distorsionen en mi mente. Y menos, en mi corazón.
Sí, nos casamos, por la iglesia, a pesar de todo. Por nuestros padres, principalmente. ¿Qué harán nuestros hijos por nosotros? Pero si hay que irse, que sea sin reproches. Al fin y al cabo, esta vida es solo un tránsito donde cargamos con maletas. Las maletas de nuestra existencia.
Cierto es que tenemos defectos, pero también virtudes. Y vamos conociendo gente. Y vamos acumulando manías y, posiblemente, caigamos y tropecemos más de una vez en la misma piedra.
No hay que olvidarse de vivir, porque, de repente, dejaremos de hacerlo sin haberlo querido. Y así empieza la historia, como muchas otras historias cotidianas, con una boda, con un regalo de la vida, con una ilusión, con un proyecto, llaman, de vida.
Y cuando lo recuerdas, empiezas a ver matices. Que si la familia tenía otro punto de vista, que si no fue así sino de otra manera parecida, que si esperaban más de ti, que si los hijos, que si las sombras de nuestras acciones, que si triunfas, que si pinchas, y cada vez, en cada tramo, en cada trayecto, una maleta distinta.
Los novios, una pareja corriente del siglo pasado, muchas rutinas, algunos rituales, las canciones que nos definen, la inercia de creer que nada termina.
Adrián Novella, que también interpreta el personaje de Manuel, escribe esta obra que salta y brinca de un lugar a otro, de aquel momento del siglo pasado a nuestros días, que mira hacia atrás para no ver que, enfrente, tiene otra puerta con otra maleta a la que todos llegaremos algún día.
Le da la réplica femenina, con acierto y autoestima, Ariana Higón, (Teresa), para decirle, en definitiva, que lo que bien empieza, bien termina. Le insta a que recuerde, pero que olvide lo malo, que lo importante es haberlo disfrutado aunque haya habido penurias. Recuerda, que hiciera calor o frío, o las fechas, es lo de menos, lo necesario es no olvidarse de las sonrisas.
Vicente Genovés dirige esta canción de tránsito, este álbum de fotos, este trayecto que solo será de ida. Lo hace con el cariño necesario que transmite también el texto, que nos dan sus intérpretes, haciéndonos ver cuáles son también nuestros días pasados porque, ligeros de equipaje, tendremos que marcharnos algún día.
Autoría: Adrián Novella
Dirección: Vicente Genovés
Intérpretes: Ariana Higón y Adrián Novella
Espacio: Teatro del Barrio