Llega a nuestras librerías "La Secta", la segunda entrega de la trilogía "El mentalista", de los escritores suecos Camilla Läckberg y Henrik Fexeus. Todo un fenómeno internacional que ha conquistado a más de un millón de lectores en todo el mundo. Sus protagonistas son la agente Mina Dabiri y el mentalista Vicent Walder, al que la policía recurre para resolver los extraños casos que llevan un tiempo ocurriendo en Estocolmo.
Al talento innato para crear tramas de Camilla Läckberg se une la experiencia del conocido mentalista Henrik Fexeus para abordar situaciones un tanto especiales. En esta ocasión, la desaparición de un niño en un parque infantil. "Nos gusta empezar asustando al lector. Imagínate que llegas a la escuela o a un parque de juegos infantil y vemos que nuestro hijo no está. Es algo demoledor", comienza hablando Camilla en una rueda de prensa virtual con medios de comunicación de medio mundo.
A los dos escritores suecos los acompaña la directora de Ficción Internacional del Grupo Planeta, Elena Ramírez, que señala que "El recibimiento de los lectores a la obra de Camilla Läckberg y Henrik Fexeus fue espectacular. Ahora, con La Secta, despliegan un peligroso juego de acertijos y consiguen volver a sorprendernos sin perder su sello de identidad. Además, nos ayudan a entender y conocer mejor a sus protagonistas mientras abordan otros temas de actualidad como la xenofobia o la maternidad problemática".
Además de los temas que apunta la editora, la novela se adentra en el mundo de las sectas y en especial de sus líderes, todo un terreno de cultivo perfecto para una trama criminal, y principal quebradero de cabeza para los protagonistas. Mina y sus compañeros del departamento de homicidios de la policía de Estocolmo se enfrentan a un nuevo reto: un niño ha desaparecido en un parque infantil y el suceso parece compartir muchas similitudes con una investigación anterior de trágico desenlace. Los pocos indicios que existen, plagados de códigos cifrados y mensajes en clave, parecen seguir las reglas de un juego ideado por una mente perversa.
Dos años después de los dramáticos acontecimientos que unieron sus vidas, Mina recurrirá de nuevo al mentalista Vincent Walder para llegar hasta el final de una trepidante investigación que, en esta ocasión, la afectará de forma muy personal: ¿cuál es su vinculación con el caso? ¿Quién se esconde entre las sombras? Y, por encima de todo, ¿cuál es su objetivo? Mientras Mina intenta mantener a salvo los recuerdos del pasado y Vincent lucha por ignorar la sombra que esconde su alma, el escudo que ambos han construido a su alrededor empieza, finalmente, a desmoronarse.
Para resolver el nuevo enigma, los dos autores ya tienen una sólida experiencia. "Nos conocimos hace 14 años cuando estábamos de gira para presentar nuestros libros. Entonces nos hicimos amigos y hablamos de la posibilidad de escribir juntos alguna novela negra", apuntan los dos, aunque es Camilla la que lleva la voz cantante en casi todas las intervenciones. "Pasamos meses probando cuál era el mejor sistema, hasta que dimos con la fórmula: escribimos por escenas, nos las dividimos por igual después de preparar el esquema de la novela. Ambos tenemos la libertad de retocar lo que ha escrito el otro y esto nos ha funcionado desde el primer día", subrayan con énfasis ambos escritores, que ahora están embarcados en la finalización de su tercera novela juntos.
Nos gusta escribir sobre personajes tridimensionales
Camila afirma que "escribimos sobre las cosas que nos apasiona. A mí me interesa el mecanismo psicológico del líder. Las gentes que se meten en estos grupos son personas con las que es muy difícil trabajar. Nos gusta escribir sobre personajes tridimensionales, algún personaje se nos ha ido un poco de las manos, justo el que nos gusta escribir a los dos sobre él, y nos peleamos". Fexeus puntualiza que "uno de los personajes se muere al principio y no voy a hacer más spoilers, aunque, en este libro, sí lo hacemos del anterior".
Sorprende que aseveren que "no hemos ido a hablar con personas que pertenezcan a una secta. Eso sí, hemos leído todo lo que hemos podido sobre ellas. Lo que a mí me gusta es escribir sobre cosas que me dan miedo, como el que desaparezca un hijo", señala la escritora. Fexeus, por su parte, está muy interesado en la trama policial de sus novelas: "pretendemos ser fidedignos. Hay que ser certeros y auténticos, para eso tenemos una serie de asesores policiales que nos dicen lo que está bien o mal. Esto nos interesa mucho, no nos gusta meter la pata".
"Desde el momento en que dices que: yo no caería en una secta, eres un firme candidato a caer. Nadie está libre de caer en una secta", afirma ambos escritores. Y menos los protagonistas, ya que Vicent estaría muy cerca del autismo y Mina del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Muchos investigadores son descritos con esta patología. Parece que da mucho juego.
Para ambos, "escribir es muy intuitivo. No nos gusta hacer política en nuestras novelas. Si lo haces pierdes el objetivo del libro, que es entretener. Lo nuestro es escribir una buena historia". Ellos sólo querían escribir una única novela, pero "Camilla me dijo que el tema escogido daba para tres y es lo que hemos hecho. Con la tercera terminaremos la saga y yo me siento incapaz de escribir en solitario una novela policiaca", dice Fexeus, que volverá a sus libros o seguirá unido a Camilla.
"Tendemos a escribir sobre cosas que nos preocupan. Por ejemplo, el camino que está adoptando la extrema derecha no es muy lógico. Es muy humano echar la culpa a alguien cuando las cosas van mal. Nosotros vivimos en este mundo y nuestros personajes lo reflejan. El extremismo siempre es malo, negativo, porque es excluir. Si te crees que estás por encima de todo, eso es malo", elucubran los dos.
Para finalizar, los dos bromean con la profesión de mentalista de Henrik. "Los mentalistas no tenemos características místicas, somos observadores del comportamiento de las personas", apunta Fexeus a lo que una risueña Camilla cuenta sobre cómo se burla de la mujer de su partener, "la suelo decir: qué maravilla tener un marido que te lee la mente. Así, no tenéis que discutir dando voces".
Siguiendo con las bromas, Camilla expresa que "yo nunca ganaré el Nobel. Mi objetivo es escribir, no ganar grandes premios", a respuesta de una pregunta. Sí quiere destacar que Estocolmo es una protagonista más de la saga. "Yo soy muy urbanita y lo veo como una entidad viva. No sé si podría escribir sobre otro lugar. ¡Tiene unos lugares tan increíbles visualmente! Es una ciudad sobre el agua". Y finaliza resaltando que "la familia es conflicto", no hay nada mejor que escribir sobre eso.