¡No quiero callarme! Tampoco quiero gritar, pero sí que se me reconozca y se me escuche. Miren: puede que no seamos personas totalmente integradas porque nuestra discapacidad nos lo impide, pero no por nosotras, por esta sociedad discriminatoria que se cree, engañosamente, perfecta.
Tenemos necesidad de hablar y de escribir y de leer en una comprensión fácil, en una expresión fácil, en una “Lectura fácil”. Si es necesario, traduzcan nuestros gestos, nuestras palabras, pero no podrán encubrir ni disfrazar nuestros sentimientos.
Hablaremos esta lengua nuestra que es la de todos, aunque ustedes no sepan entenderlo. ¿Por qué han de decidir sobre mi cuerpo? No queremos callarnos, no impondrán su silencio de vergüenza hacia nosotras, no estamos dispuestas a recibir más latigazos sociales. No lo pongan más difícil, ya es bastante complicado vivir con estas limitaciones.
Alberto San Juan se atreve a poner en pie, con la dramaturgia y la dirección, esta novela “Lectura fácil”, de Cristina Morales, premio Herralde de novela y Premio Nacional de Narrativa, en una puesta en escena sin resentimientos, cruda, dolorosa algunas veces, de lamento y de ternura, de deshonra y enjuiciamiento, de temor y reafirmación al mismo tiempo en una misma tesitura. Las leyes no siempre dan la talla, normalmente no. Y cuando se trata de endurecer el corazón suelen equivocarse de parte a parte.
Una apuesta del Centro Dramático Nacional (CDN) que hay que alabar y aplaudir por la implicación hacia un sector tan denostado como el de la discapacidad, y por ende, del mundo femenino; que nos habla de una retórica de palabras vacías para vestir informes, de informes para demostrar que se tiene en cuenta lo que se rechaza, de normas y de porcentajes para cubrir expedientes, pero que en la mayoría de los casos, se olvida de las personas que deben, constantemente, luchar contra unas razones fósiles. “Ni amo, ni Dios, ni marido, ni partido, ni de fútbol”.
Los intérpretes están sobresalientes. Tanta criatura de existencia penosa, tanta piedra en el camino, tan dura será la batalla, tanta ley sin humanismo; la compañía al completo da la talla, habla y no calla, muestra su desgarro, sus corazones, su belleza, porque esperan el día en que serán comprendidos, aunque sea a través de una lectura fácil, es decir, de una comprensión que también sea humana.
Texto basado en la novela de Cristina Morales
Dirección y dramaturgia: Alberto San Juan
Reparto: Desirée Cascales, Laura Galán, Carlota Gaviño, Pilar Gómez, Anna Marchessi, Marcos Mayo, Pablo Sánchez y Estefanía de los Santos
Producción: Centro Dramático Nacional
Espacio: Teatro Valle Inclán