Sería largo de explicar, pero sé que mi ordenador tiene sentimientos. Y no solo eso, además es sensible y tiquismiquis. Como le des un meneo un poco brusco, se mosquea, se bloquea y a tomar por saco, ya has hecho el día.
Fíjate que en la fiesta de la Hispanidad tenía programada una jornada “full time” delante del ordenata y el muy HP (perdona, no es un taco, es un HP) me dejó apeada ¿Qué podía hacer? Tragarme el desfile militar completo. También te digo que me lo pasé genial. Un evento así da mucho juego. No te escandalices, más te digo. Desde niña me fascinan los desfiles militares, los himnos y las banderas. Y yo, igual que Pedro Sánchez, jamás traiciono mis afanes, apetencias y objetivos. Por cierto, qué cuajo tiene, tío. Con qué estoicismo arrogante soporta pitadas y abucheos. La chusma es mala y dice que no tira la toalla por el Falcon, la poltrona, el lujo y el boato. No me lo creo. Solo por dios, por la patria y el rey puedes aguantar tanta caña. Ojalá mi ordenador fuera la mitad de resiliente que él.
Del desfile de modelos en el Palacio Real me quedo con Yolanda Díaz. Esta señora siempre me lo pone a güevo. Será irreflexiva, disparatada y lo que tú quieras, pero estaba más fashion y elegante que Letizia que no entiendo por qué fue disfrazada de monja seglar. Eso sí, a la Yoli alguien tendrá que recordarle que es comunista. Austeridad, ministra, que estamos en crisis. Por el bien de la patria te lo digo.