Otra vez Diana de Gales, por los clavos de Cristo. Les vale todo con tal de no hablar de lo que tienen que hablar. Veinticinco años de su muerte, y luego cincuenta y luego cien. Si la humanidad está involucionando, imagínate cómo estará dentro de cien años. El día de la marmota sin fin.
Compadezco a los terrícolas del futuro. En la ESO del 2122 estudiarán a Lady Di y a todos los iconos de esta civilización cochambrosa. Digo yo, si no habrá más efemérides y cornudos ilustres, sin que cada 31 de agosto saquen de la tumba a esta señora que todo lo que hizo en su vida fue liarla parda. Vale, tienes razón, su marido empezó primero, practicando sexo telefónico con su amante, que si quiero ser tu támpax y guarradas parecidas.
Ahora convertirán en hito histórico el día que el juez Pedraz rompió por wasap con Esther Doña. Por cierto, menuda librada el novio y ahí lo dejo. También te digo que no pasaría todo esto si los medios no les dieran bola. En RTVE, la que pagamos todos, en el informativo del día de autos, el aniversario de “la princesa del pueblo” duró tres veces más que la necrológica de Mijail Gorbachov. No son informativos, son magacines de entretenimiento que te cuentan lo que les da le gana y el resto se lo pasan por el arco de Trajano. Hay que romper la baraja. Déjate de efemérides, nostalgias y chorradas. Yo tenía el móvil petao de fotos y vídeos. Los he borrado todos ¡Uf! Y qué a gusto me he quedado, tío.