La escritora británica Belinda Bauer se enfrenta a uno de los temas que le fascina desde niña, la muerte, en Exit, una novela que surgió cuando estaba viendo un documental sobre una asociación estadounidense que ayuda a las personas con enfermedades terminales que quieren «irse» con dignidad. “Aunque admiro mucho a esos voluntarios, en cuanto supe de la existencia de este grupo, pensé: «¿Qué podría salir mal?», y así fue como empezó a gestarse este libro”, explica la autora, finalista del premio Booker por Snap (2018), en una entrevista para The Irish News.
Así, Bauer da voz a Felix Pink, un contable jubilado de 75 años que forma parte de una comunidad llamada Exiteers, cuya misión es acompañar en sus últimos momentos a personas que han decidido poner fin a su vida. Un día, entra en el número 3 de Black Lane para acompañar a un moribundo en su último aliento, pero apenas quince minutos después se ve obligado a huir de la policía tras haber cometido el mayor error de su vida. Con su mundo patas arriba, debe averiguar si de verdad es culpa suya o está ocurriendo algo mucho más siniestro.
Bauer opina que el tema del derecho a la muerte es “un filón” y que “son muchos los obstáculos legales y morales que hay que salvar, tanto en la vida real como en la ficción”. En Exit, explora ambos lados del asunto: la bondad inherente de quienes deciden apoyar a aquellos que desean morir de la forma que ellos elijan, frente al peligro de abuso y explotación de los ancianos y los enfermos.
Belinda Bauer se crio en Inglaterra y en Sudáfrica y actualmente reside en Gales. Antes de escribir su primera novela, por insistencia de su madre, trabajó como periodista y guionista. Su debut, Blacklands, fue galardonado con la Daga de Oro a la mejor novela del año de la asociación británica de escritores de novela negra CWA y dos años más tarde, en 2013, recibió la Daga de Biblioteca de esa misma asociación por el conjunto de su obra. En 2014, su cuarta novela, Morir no es tan fácil, fue premiada con el Theakston Old Peculiar, que la cervecera inglesa otorga al mejor thriller del año. En 2018, Snap, su octavo título, fue finalista del prestigioso premio Man Booker. Sus libros se han traducido a veintiún idiomas.