De familia acomodada, educada en Letonia y Suecia, sus escritos reflejan un ansia de libertad. Zenta Maurina fue una destacada políglota y traductora, famosa por su habilidad narrativa en el género de la biografía y del ensayo.
El 15 de diciembre de 1897 nace en Gulbene (Letonia) esta escritora, doctora en filología y renombrada ensayista en su país. Su origen familiar privilegiado: su padre era médico rural y su madre pianista, favoreció una cultura esmerada.
Asimiló los embates que le aguardaban ya desde la infancia pues a los cinco años de edad nuestra protagonista se vio aquejada de poliomielitis, una enfermedad que la condenó de por vida a la dependencia de una silla de ruedas. Esta circunstancia la marcaría siempre haciendo de ella una mujer comprometida y sufriente pero con arrestos para estudiar y avanzar en todos los niveles educativos. Alumna aventajada, en todo momento ofrece una gran capacidad de adaptación a sus experiencias personales. Premiada al acabar sus estudios de secundaria, ingresa en la Universidad de Riga interesada por la lengua y la literatura. Un nuevo sobresalto, alrededor de los cuarenta años conmocionó su trayectoria profesional dedicada a la escritura de ensayos y distintas biografía además de la suya propia; se trata de la huida apresurada y azarosa de los soviets que la lleva a cruzar Alemania hasta llegar a la ciudad de Upsala, en Suecia, donde se asienta hasta 1966, fecha en la que abandona este país para trasladarse a vivir a Alemania junto a su esposo Konstantin Raudive, escritor, filósofo y psicólogo letón.
Muere el 25 de abril de 1978 en la ciudad suiza de Basilea.
La producción literaria de Zenta Maurina resulta muy notable por la temática que elige: la preocupación acuciante de su país durante las décadas del siglo XX. Siente a su querida Letonia llena de convulsiones políticas y su inquietud queda reflejada en sus escritos. Combina dicho contenido con otros muy relacionados como son la libertad y la opresión de su pueblo. Algunos de sus títulos más famosos y muy significativos, de carácter autobiográfico: El largo viaje, Puesto que el atrevimiento es hermoso, Los cerrojos de hierro se hacen añicos, Mi canción de la Tierra. En la lejanía de su querida patria, la recuerda y la añora en Cartas desde el exilio, anhelando una paz que la veía inestable por los acontecimientos que se producían en Europa. Entre sus ensayos, adquieren especial relevancia: Sobre vida y muerte y Mosaico del corazón.
Y por supuesto, no pasan desapercibidos, sino que adquieren un peso sustantivo en el conjunto de su obra, los relatos, muchos de ellos destinados al público infantil; de manera más específica, mencionamos el rubricado: En el principio era la alegría. Como pensadora de una gran enjundia, conviene citar los ensayos Vida amada - Vida vivida y Retratos de escritores rusos. Así mismo, ejerció una labor muy meritoria como traductora. Nuestra literata recibió varios premios dada la repercusión de su trabajo.