En plena guerra fría, híbrida y eurovisiva, Putin ha ido a Pekín a inaugurar los juegos olímpicos de invierno y pedir ayuda a su colega Xi Jimping. Es apabullante la foto de los dos líderes más poderosos del mundo (Biden está ya p`al desguace) pasando revista a las tropas chinas (eso son tropas y no las del Congreso de los Diputados). Mirada al frente, paso marcial, mismo traje, misma camisa y corbata idéntica.
Dirás que me fijo en detalles pequeños. Pues sí, a mucha honra. En lo pequeño se encierra un universo. Fíjate si es pequeño el Boson de Higgs, un microchip, el perfume caro o un virus ¿Eh? ¿Qué me dices de los virus? No menosprecies nada por su tamaño. Mira el disputado voto del diputado que iba a tumbar la Reforma Laboral. El pifostio que ha montado un puñetero y miserable voto. Gota a gota y tacita a tacita, en lo pequeño hay una hermenéutica acojonante, tío.
También el pequeño detalle de la foto de Putin y Xi jimping tiene una moraleja enorme. Evidencia unidad de acción, disciplina, autoridad, orden, método y respeto por las jerarquías. Esta gente sobrevivirá, son el futuro robótico y lo que tú quieras, pero nos van a comer por las patas. Supongo que ves la diferencia con el cristo y el sindiós de España y Europa ¿Te imaginas en Rusia o en China el pollo que se ha montado con el “Benidorm Fest”, o un líder como Boris Johnson? Ya lo dijo Jodorovsky “Oriente es el origen, Occidente es el accidente”.