Peter Frankopan revela en su nuevo libro la historia de la Primera Cruzada jamás contada a través del prisma de Oriente.
Según la tradición, la Primera Cruzada comenzó por instigación del papa Urbano II y culminó en julio de 1099, cuando miles de caballeros de Europa occidental liberaron Jerusalén de la creciente amenaza del islam. Pero ¿y si el verdadero catalizador de la Primera Cruzada se encontrase más al este de Roma?
Frankopan, a diferencia de la mayoría de historiadores de la Primera Cruzada que centran sus estudios en el papado y sus guerreros en Occidente, dirige su mirada hacia los acontecimientos de Oriente, en particular los de Constantinopla, sede del Imperio bizantino cristiano. El resultado es revelador: el verdadero instigador de la Primera Cruzada fue el emperador Alejo I Comneno, quien, en el año 1095, con su reinado bajo asedio de los turcos y a punto de colapsar, suplicó al papa que le prestase apoyo militar. Posteriormente, la victoria del Vaticano consolidó el poder papal, mientras que Constantinopla nunca se recuperó y tanto Alejo como Bizancio quedaron relegados a los márgenes de la historia.
A partir del estudio de fuentes orientales que durante mucho tiempo han sido ignoradas, Frankopan ofrece una explicación provocadora y original de la Primera Cruzada y sus consecuencias a la vez que propone un retrato más fiel sobre la forma en que la toma de Jerusalén sentó las bases para el dominio de la Europa occidental y dio forma al mundo moderno.
Peter Frankopan es catedrático en Global History por la Universidad de Oxford, para la que dirige el Centre for Byzantine Research, y es research fellow del Worcester College de Oxford. Ha dado conferencias en las principales universidades de todo el mundo, incluídas Cambridge, Yale, Harvard, Princeton, Nueva York, el King’s College de Londres y el Institute of Historical Research. Es autor de El corazón del mundo. Una nueva historia universal (Crítica, 2016) y Las nuevas rutas de la seda (Crítica, 2019).