A. S. A. Harrison es autora de estudios sobre el arte del striptease y el orgasmo femenino, triunfó internacionalmente con "The Silent Wife". "La mujer de un solo hombre", curioso título para la versión traducida al español: ¿toda una declaración de intenciones?
Susan Harrison nace en Canadá en1948 y muere de cáncer en 2013. Residió en Toronto y debuta con una novela espléndida y muy exitosa tanto por la acogida que recibió por parte del público como por la opinión de la crítica que la lanzó de inmediato a la fama.
Antes de escribir su novela, ejerció de mecanógrafa para distintas publicaciones canadienses y a la vez, compaginaba este trabajo con el estudio y el análisis en profundidad de temas muy actuales que afectaban a la mujer, por los que siempre sintió interés y preocupación: un conjunto de títulos divulgativos relacionados con el feminismo desde el punto de vista científico. Se casó con el artista plástico John Massey y destacó como diseñadora de performances en los años 60, llegando a colaborar con Margaret Dragu, famosa bailarina, escritora y feminista.
Toda su experiencia en el terreno de la creación escénica y visual, así como su atenta observación le valieron para articular un argumento narrativo próximo al thriller psicológico con una única obra que le dio la fama completa. Su primera y única novela fue traducida a numerosos idiomas. En La mujer de un solo hombre, el matrimonio protagonista, se turna episódicamente para contar la vida de cada uno de ellos, una especie de bipolaridad literaria, muy atractiva, una técnica estilística que funciona a la perfección. Poco amor y mucha relación parsimoniosa en el seno de una pareja bien avenida, pero solo en apariencia. Su estilo lingüístico se asemeja al de un informe clínico de dos pacientes que narran, como si de una consulta terapéutica se tratara, su devenir personal: la tensión y el suspense crecen con las peripecias vitales y los virajes de las circunstancias que rodean a ambos; eso sí, todo envuelto en papel de celofán. Pero no hay marcha atrás. El desastre de su relación se ha ido larvando pausada y constantemente: el final, previsible, no defrauda al lector. La indagación criminal atrapa al lector y lo engancha. La escritora emplea un lenguaje con muchos detalles, muy normales y principalmente cercanos; todo ello contribuye a tejer el terror que se presiente. Deslumbra la capacidad de la autora para plasmar emociones “silentes”, sentimientos difusos y actitudes comunes. Todo ello expresado con elegancia y concreción. Situaciones reconocibles y que por muy sabidas, ocultas, pero que estallan y flotan en una realidad demoledora.
En nuestros días ocupa un lugar destacado en el panorama literario; algunos especialistas la encuadran en el género de la novela negra.
S.A.S. Harrison constituye un ejemplo contundente y veraz de la consecución del éxito y la fama con solo una obra. Su fallecimiento supuso una gran pérdida y que cercenó la proyección y trayectoria que se vislumbraban en un futuro prometedor.