También te digo que con la que está cayendo nos vendría genial un dios fanático, implacable y arbitrario. Pero desgraciadamente el dios occidental es un verdadero demócrata. Fíjate que no te obliga a creer en su existencia, ni a que le rindas culto como cualquier gerifalte o politicastro mierdecilla. Y algo más importante aún, si no crees en Él nadie te va a llamar “negacionista”, sino ateo o agnóstico que mola mucho y es muy progre.
Aunque si eres ateo o agnóstico tampoco te vas a ir de rositas. Podrás no creer en dios, pero como se te ocurra no creer en la democracia, estás jodido, tío. El problema es que los demócratas tragan con todo. Hasta con Vladimir Putin o Xi Jimping, Estos señores van a dar la vuelta a la tortilla y a Europa se le van a acabar las tonterías. Por cierto, no creo que haya que hablar con los talibán porque han ganado la guerra, como dice el pardillo de Borrell. Los que tienen que hablar entre ellos son los dioses y sacudirse estopa si hace falta. Como hacían Zeus, Júpiter, o Marte. Los del Olimpo de toda la vida. Pero Yhavé, Alá o Shiva también tendrán alguna responsabilidad ¿No? Digo yo.