Según el autor, “el fruto más relevante de esta proeza es el nacimiento de un nuevo espacio cultural, la Civilización Hispánica, 600 millones de personas que comparten una misma sangre mestiza, así como una lengua, religión, cultura y costumbres comunes que se extienden sobre España, Iberoamérica y los Estados Unidos”.
Sobre la huella de España en Estados Unidos, Cardelús afirma que “es profunda”, ya que, tal y como narra en este libro, “permaneció allí durante tres siglos, con soberanía sobre tres cuartas partes de su territorio, dejando un inmenso legado explorador, material, cultural y humanístico, y logrando a través de las misiones la supervivencia de las razas indias hasta el momento actual”.
“Aún más desconocida es la gesta de España en el Pacífico”, sentencia el escritor de este libro, quien atribuye a España, sin ningún género de dudas, su descubrimiento y la primera circunnavegación de la historia. Un hecho que propició la exploración de aquellas tierras llegando a dominarlas tan profundamente que el Pacífico pasó a denominarse “El Lago español”, lugar donde comenzó a gestarse la primera globalización del mundo.
La Leyenda Negra ha falseado la realidad de la colonización española, como demuestra Cardelús al referirse a las Leyes de Indias. “Un cuerpo jurídico precursor de los derechos humanos, proteccionistas a ultranza del indio americano, que logró la supervivencia a largo plazo de las razas nativas, de tal modo que, pese a la mortandad inicial indígena causada por los virus, cuando España salió de América vivían más nativos que a su llegada, a diferencia de los Estados Unidos en el que solo queda abundante población india en las áreas ocupadas por España”.
En definitiva, América hispánica constituye, en esencia, el encuentro entre dos mundos, una simbiosis trascendental de la que emergen una historia, una raza, unas tradiciones y una filosofía vital híbridas que conforman una de las grandes culturas del mundo occidental: la civilización hispánica.