No dan tregua al ministerio de Exteriores, tío. Todo empezó con Puigdemont fugándose a Bruselas en el maletero del coche como un 007 cateto y desaliñado. Y ahora la movida con el líder del Frente Polisario. No me extraña que Europa nos dé por saco. Ya te digo yo que la Merkel y la Ayuso se sacuden el marrón sin cursiladas buenistas. Venga ya, ministra. Las mujeres tenemos que tener otro remango.
Para remango, el de Letizia con ese mono blanco, de volantes en los hombros, tipo Star Trek, que llevó a la inauguración de Fitur. Será tendencia, moda española y lo que tú quieras, pero era una horterada. Eso pasa cuando tienes un fondo de armario sin fondo. Nos ha ocurrido a todas, una mala elección la tiene cualquiera. Cuanto más quieres destacar, al final das el cante como Blas Cantó. Cómo nos va a respetar Europa con la gente que mandamos a Eurovisión. Es imposible. Pero tranqui, tío. Ha dicho Sánchez que en el 2050 España va a ser la Arcadia feliz, Jauja, un edén, gloria bendita ¿Qué faltan treinta años y se van a comer otros la tostada? ¡Bah! Si el tiempo pasa volando. Y además lo importante es participar ¿No? Como en Eurovisión. Pues eso.