La filosofía y la ética no te sirven para sobrevivir. Te lo digo yo que de eso entiendo. La risa va por barrios y por continentes. Mira la presidenta de la Comisión Europea, la von der Leyen exigió explicaciones diplomáticas porque un jerifalte turco le negó una silla y la sentó en un sofá. Qué pocos recursos, tía. Le sueltas en el sofá el monólogo de Doña Inés del Tenorio y te quedas como dios. Lo hubiera petao. Eso sí que es hacer política de otra manera.
Los anglosajones tienen poco sentido del humor. No como nosotros que nos morimos de risa por cualquier chorrada. Sobre todo con la ministra de Igualdad, tendrían que darle un plus por cuentachistes. No le bastan los 451 millones de presupuesto y se va a gastar otros 56 millones en paliar el impacto psicológico de los piropos en las mujeres. Échale güevos, güevas, güeves. No hay sentido común que soporte tanta imbecilidad. Por cierto, en Telecinco contraprogramaron el debate político con la última entrevista de Rociito. Tenían que haber hecho el debate los Carrascos y los Flores, moderados por Jordi Évole. Telepasión a calzón quitado, tío.