Lauren Wendy es una periodista latina de cincuenta y un castañas y pelo negro azabache con ondas al agua que le dan ese aire choni que enamora a los yanquis. Y amarraditos los dos, de espumas y terciopelo, subiendo y bajando de su jet privado, ejercen por el mundo de parejita mediática y feliz. Pero aun así, Jeff Bezos se aburre. El planeta se le queda pequeño, necesita conquistar el universo, hasta el infinito y más allá. Por eso financia viajes a Marte y lo que se le ponga a güevo. Los megamillonarios se aburren mogollón, tío, conozco alguno y son unos muermos que lo flipas.
Algo se mueve en Marte. Aquí también, pero con más disimulo. Como quien no quiere la cosa el PP cierra su mítica sede de Génova y la escultura de Cristina Iglesias aterriza en el Faro de la isla ¿No tenía el Consistorio nada mejor donde gastarse cuatro millones de euros? Ni que fuéramos Bezos, que por cierto va a viajar a la luna en 2024. Más o menos cuando terminan las obras del Metro de San Sebastián, que parecen las del Escorial. Si no quieres taza, taza y media. La escultura será un marrón, pero el Metro, es un agujero negro, tío.