Cinco años ha tardado la escritora barcelonesa Milena Busquets en publicar su nueva obra. El resultado es la novela de autoficción “Gema”, género en el que la autora se mueve como pez en el agua. “Con También esto pasará estuve dos años de promoción, en ese tiempo fue prácticamente imposible escribir nada, después estuve un año para aterrizar y, posteriormente, dos años escribiendo”, cuenta la escritora en rueda de prensa.
“Hice hasta cuatro versiones del texto. Una mucho más larga que no se ha publicado y que a lo mejor algún día lo haré”, señala con voz misteriosa. La novela la entregó a la editorial justo antes del confinamiento del año pasado. “Hemos vivido un año terrible, ahora pasado todo eso volvemos con la narrativa de Milena, que es muy potente”, apunta la editora y responsable de Anagrama Silvia Sesé. La nueva novela de Milena Busquets se mueve entre la emoción de las pequeñas cosas de la vida cotidiana y el canto a la amistad.
El aterrizaje de la escritora se demoró en la búsqueda de su voz narrativa. “La voz de un escritor es como la voz de una cantante de ópera, se puede perder y tardar un tiempo en recuperar”, afirma la escritora barcelonesa. Reconoce que su libro es una autoficción literaria, “pero hay más ficción de lo que los lectores creen”, afirma con seguridad y con cierto humor. “La autoficción es un género muy complicado. En ocasiones, he llorado ante el ordenador para escribir lo que quería plasmar en las páginas”, apunta y añade “en este género es muy difícil ser honesta y yo lo que más valoro es la honestidad, de ahí que requiera un proceso de escritura muy concienzudo”.
En “Gema”, rescata a una persona, amiga suya de la niñez y adolescencia, que falleció de leucemia con tan solo 15 años. “Mi amiga significó mucho para mí. Yo sólo escribo de la gente que quiero y me importa. No me gusta utilizar la literatura para saldar cuentas. Nunca escribo desde la rabia, siempre desde el amor. Los libros que se dedican a machacar a la gente no me gustan, a mí nunca se me ha ocurrido hacer eso en mis novelas. De hecho, cuando presente mi anterior libro en Francia me decían que los hombres en España eran fantásticos y no como los franceses. Es que los mejoré infinitamente”, expone entre risas Milena Busquets. Se puede decir que siempre escribe desde el amor. “Por muy ridículo y cursi que parezca. Además vivimos una época muy cursi”, sentencia.
Sorprende la poca longitud de sus novelas y tiene una explicación que nos da la autora. “Me gusta que mis libros se tarden en leer una hora y media, lo mismo que se tarda en ver una película”, se sincera. Sin embargo, en su literatura no sobra ni falta nada. Tuvo que hacer una labor de investigación con otras amigas para escribir la novela. “Olvidamos muchas cosas de las que vivimos, por eso tuve que hacer un esfuerzo de recordar lo vivido hace unos 30 años”, expresa.
La muerte de su amiga se la quedó grabada por mucho tiempo. “Siempre se tiene un cierto sentido de culpa por la muerte de una chica de unos 15 años. A esa edad tienes la muerte en las antípodas de lo que eres. Gema siempre estuvo de alguna manera conmigo”, evoca.
“El duelo, la muerte, están en el tronco de la historia de la novela. La muerte es parte de la vida, ya que nos vamos a morir todos y solemos olvidarnos que esto nos puede ocurrir en cualquier momento. Quizá estemos en un punto de fantasía total y no entendamos que las pérdidas de la vida forman parte de lo que es estar vivo”, sostiene Milena.
Somos lo que recordamos
“Estamos hechos de memoria auténtica y de momentos que se recrean por parte de los padres o familiares. Gema es para mí una pieza más de lo que soy, de ahí lo de escribir la novela”, comenta Milena y continúa diciendo “se escribe desde la recuperación de la memoria. Somos lo que recordamos. Para ser novelista es mejor tener una cierta edad, eso no pasa con la poesía. Con una novela se necesita un andamiaje mucho más complicado. Sin esto y la memoria es muy difícil escribir un buen libro”.
En el libro, ha intentado huir de la nostalgia. “Me gustaría que lo que escribo sonase a auténtico. Que un lector se crea lo que he escrito. Un escritor no tiene derecho a engañarse. Por ejemplo, El Principito o La guerra de las galaxias son obras muy auténticas. Un libro cobra vida cuando entras en las premisas que te ofrecen y cierras los ojos y te dejas llevar hasta que se acaba el libro o la película. Eso es la autenticidad pese a todo lo fantástico que nos puedan contar”, reflexiona la escritora.
En todas sus novelas siempre incluye bastante humor, “es algo que hace mucho Woody Allen, que está obsesionado con la muerte. Hay que aceptar la muerte, eso entra dentro de la condición humana. Para mí, escribir un libro es como cuando tiras una flecha, tienes que tensar el arco y conseguir que la flecha no toque el suelo antes de llegar a su objetivo”, manifiesta.
Milena Busquets no se muestra de acuerdo con aquellas personas que sostienen que la autoficción la hacen “escritores que son un poco tontorrones y perezosos. Realmente, es un género que si está bien hecho atrae al lector”. En su opinión es algo que depende de las modas. Unas veces vende más la autoficción y otras no.
Para terminar, quiere dejar claro que es éxito es algo efímero y hay que superar. “La presión del éxito, es un accidente, una casualidad. El éxito no sirve para nada, no es un buen compañero. Hay que convivir con la presión. Lo importante es escribir”, concluye Milena Busquets.