Y aquí quería llegar, porque el concepto de “felicidad” es aleatorio y ambiguo. Tú puedes ser feliz siendo un pringao. O puedes ser feliz como Iván Redondo, el Jefe de Gabinete del Gobierno, presumiendo de ser un humanista que ha llegado para “modernizar España”. ¿Modernizar España? Ahh! Claro, ahora entiendo por qué nuestra factura de luz es una de las más altas de Europa. Estábamos muy atrasados y gracias a este gobierno tan moderno y progresista hemos conseguido pagar más que un sueco o un finlandés. Joder, tío, qué desagradecido eres, te quejas por todo.
La autoestima al poder es el lema de Iván Redondo. Acaba de cumplir cuarenta tacos, tiene “palabra de vasco” y ha estudiado Humanidades y Marketing. Lo del marketing le cuadra, pero es demasiado joven para saber que el humanista nace, no se hace. Le faltan otros cuarenta tacos para ser aprendiz de humanista. Y llegados a este punto yo ajustaría el término de la macro encuesta de Gallup. No sé si los españoles somos los más felices, pero te aseguro que somos los más cachondos, vivalavirgen, adocenados y tocameroques de Europa. Te lo juro. Palabra de vasca.