María Elvira de Salazar, artista, pionera, singular, e independiente. Con once años gana el Premio a la Mejor Dibujante de Escultura en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, tengan en cuanta que nos encontrábamos en 1931, la mujer en aquel entonces no estaba tan valorada como ahora, más bien lo contrario, Álvaro Delgado, uno de los mejores pintores del siglo XX, obtiene el mismo premio con 14 años.
Estudia Bellas Artes en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, siendo la única mujer, tuvo como compañeros a: Eduardo Capa, Manpaso, Macarrón, José María Porta, Cesar Manrique, Agustín Úbeda…
Sólo ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, era entonces una proeza, tenías que dibujar escultura a la perfección, sino no entrabas, era un nivel muy alto de exigencia, no como ahora que puedes licenciarte con matrícula y sin saber ni dibujar ni pintar.
Al terminar la carrera y Licenciarse en Bellas Artes, ingresa en el Instituto San Isidro de Madrid como profesora de dibujo artístico.
Decía María Elvira de Salazar que el dibujo geométrico era como un problema de matemáticas y que todos pueden hacerlo bien, mientras que el dibujo artístico exige talento inicial, se puede perfeccionar, pero nunca aprender bien sino tienes ese don.
Como lo que más le gustaba era pintar cuadros grandes, con desnudo, al estilo clásico, veladuras, tratamiento de la luz y las sombras, perfección en el dibujo, pincelada suelta… estilo Rubens, Tiziano… decido solicitar su ingreso como socio propietario en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se podía pintar desnudo con modelo.
Se tambalearon las paredes de la santa casa que era el Círculo de Bellas Artes de Madrid en aquel entonces, único lugar donde se podía jugar a la ruleta y las cartas, cuando estaba prohibido por ley.
Una mujer en el Círculo -decían los socios escandalizados, para continuar diciendo, como si fuera una plaga de cucarachas- si entra una, podrán entrar todas, también nuestras mujeres. Este club tipo inglés no permitía el paso a las mujeres bajo ningún concepto, era el único lugar donde sus mujeres no podían controlarles.
El asesor jurídico comprobó los estatutos y dictaminó:
Aunque es cierto que nunca ha habido en la historia del Círculo de Bellas Artes una mujer socio, en los estatutos no lo prohíbe y por tanto, a María Elvira de Salazar hay que admitirla, aprobamos una prohibición expresa en los estatutos y así, ella, siendo la única mujer, se aburrirá y no vendrá.
María Elvira de Salazar fue admitida como socio propietario del Círculo de Bellas Artes.
La prohibición de entrada a las mujeres se incorporó a los estatutos, pero María Elvira de Salazar ni se aburrió, ni dejó de ir, de lunes a viernes, todas las tardes de 17 a 21 horas iba al Círculo de Bellas Artes a pintar desnudo.
Transcurrieron veinte años durante los cuales la única mujer que podía entrar en el Círculo de Bellas Artes era María Elvira de Salazar, transcurrido ese tiempo se levantó la prohibición a las mujeres de ser socios del Círculo de Bellas Artes.
En el libro El Círculo de Bellas Artes, Madrid, de 1939 a nuestros días, escrito por José Luis Temes, Alianza Editorial, se cuenta la historia de María Elvira de Salazar en el Círculo de Bellas Artes acompañada de su foto en la página 142.
Sale en los titulares del diario El País como la primera mujer socio del Círculo de Bellas Artes, es entrevistada en El ojo crítico de Radio Nacional de España, es entrevistada en el diario sensacionalista Claro, que durante 1991 editaba Prensa Española y Axel Springer al 50%, en La mirada actual y en otros muchos medios de comunicación.
En el año 2010 es nombrada Socio Honorífico del Círculo de Bellas Artes.
Sin dejar de pintar, ni dibujar ni un solo día de vida, su corazón deje de latir, pero su energía de mujer valiente, pionera y artista continúa entre nosotros y su pincel sigue pintando, en nuestros corazones, incansablemente.