Como un río que surge de nuestras entrañas aparecen autores que uno tras otro nos invitan a viajar y, sobre todo, a aprender de sus experiencias que, por una serie de circunstancias, muchos no podemos hacer. Pero quizás es para eso el género de la literatura con grandes palabras en donde el titular hace realmente y describe en sus páginas lo que un autor o autores nos quieren contar.
Descubrimos a Antonio Picazo a través de la revista Altair y de su director Pepe Verdú y como no también de otro gran viajero que para nosotros ha sido y es Raimon Portell. En esta publicación que, por imperativos de un sistema o un momento, ha desaparecido también eran firmas habituales los prestigiosos Agustín Pániker y el profesor Óscar Pujol de quienes ya hemos hablado en esta misma revista. Pero fue el editor Eduardo Riestra quien nos volvió a hablar de este autor y de su «Viajeros Lejanos» una verdadera introducción al mundo del viaje, pero con grandes letras no con letras o palabras pequeñas. Picazo parece estar totalmente reflejado en cada uno de los personajes que desfilan por este libro - no solo con un buen texto de Antonio sino con grandes fotos de sus protagonistas. Una guia desde luego introductoria para aquellas personas - mujeres u hombres- que quieran coger una mochila y lanzarse al mundo de la aventura que hoy en día, aunque estamos llenos de tecnología a todas horas, ese mundo es posible.
El periodista catalán Alberto Oliveras marcó un antes y un después en el mundo del documental que como él decía «un documental no puede ser neutro» Antonio va un poco más allá al escribir artículos sobre la ayahuasca cuando aún no era tan conocida o sobre los «hombres tuaregs» o Tuareg... Sus distintos trabajos nos han servido para leer a otros grandes viajeros cuando el mercado editorial no estaba como el actual y cuando el número de editoriales no era tan grande como en estos momentos y estas no salían hasta debajo de las piedras. Ahora todos son editores o escritores... Y como muy bien diría Picazo hablar de comas y de puntos en un texto no es algo inferior ni hay que darle para atrás como si esto no fuera importante. Todo lo contrario.
Antonio Picazo nació en Albacete y al ponernos delante de un mapa pocos lugares le faltan que no haya visitado o que no haya hablado de ellos en algún momento y como decimos nos recuerda a autores como Michel Peissel y su «Mustang. Reino prohibido en el Himalaya» o «Hasta aquí hemos llegado» de Enrique Meneses. Pero cuando vemos la televisión y las grandes producciones no podemos olvidarnos de una obra entre otras «Viaje a las fuentes del sol» en Sirpus y ver la calidad tanto grafica como literaria del mismo. El mismo Antonio igual que viaja o escribe ha sacado hace ya hace algún tiempo un blog en donde con su manera curiosa de ver la vida hace una crítica constructiva de los diversos libros que van llegando a sus manos y con sus muchas críticas no solo hace eso si que al mismo tiempo causa la risa al leer las mismas. Pero que podemos hablar de una persona que en 1985 funda la tertulia literaria «Madrileña de viajes» y también es conocido por su «Latidos de África» una obra que nos hace acercarnos aunque sea de una manera indirecta pues tenemos que decir (perdonen ustedes) que no la hemos leído pero nos recuerda al Padre Juan Núñez y su amada Etiopía que como escribíamos al inició: estos autores nos hacen disfrutar a través de las palabras. Ahora Picazo (nos recuerda una conversación radiofónica que mantuvimos) en donde alcanzaba la seriedad y la broma al mismo tiempo con ese ánimo albaceteño. Acaba de publicar en Editorial Dauro su salto a la novela. Cuando un autor tiene tantas vivencias y ve desfilar a muchas personas de una índole o de otra como no escribir «El crimen tropical del Señor Obispo» la leeremos pero sin duda alguna sólo el título de la misma ya invita a su lectura y al mismo tiempo a ver alguna obra cinematográfica que seguramente podría realizarse con la misma. Y en 1996 ha recibido el Premio Nacional de Periodismo «Don Quijote» Nos recuerda aún «Laberinto del Amor» Pero esa es otra historia...