Pese a lo que pueda parecer el titular, Amin Maalouf es una persona optimista y aunque crea que “se está envenenando el ambiente en todo el mundo”, también opina que esta pandemia que estamos viviendo es “un buen momento para repensar el mundo en el que vivimos y las relaciones entre todos los países”. En su opinión, más que una crisis, lo que estamos viviendo es una oportunidad. Tendríamos que hacerle caso.
El escritor libanés, aunque francés de adopción, ha presentado hoy su última novela “Nuestros inesperados hermanos”, un thriller que tiene mucho de ciencia ficción y de distopia, casi igual que los momentos que vivimos. La novela estaba escrita antes de que llegase la pandemia, no tenía pensado publicar el libro hasta el año que viene, pero ha creído oportuno adelantarlo porque lo que cuenta en su nueva obra tiene mucha relación con los que estamos viviendo en la actualidad.
Los protagonistas de la novela son Alec, dibujante de mediana edad, y Eve, novelista de un mítico éxito editorial, son los únicos habitantes de un islote diminuto de la costa atlántica. Se evitan, hasta el día en que una inexplicable avería de todos los medios de comunicación les fuerza a salir de su celosa soledad.
Alec resolverá, poco a poco, el misterio. Gracias a su viejo amigo Moro, convertido en uno de los consejeros de confianza del presidente de Estados Unidos, conseguirá reconstruir el desarrollo de los acontecimientos, hasta descubrir que, si bien hemos escapado al desastre, lo hemos hecho de una manera tan extraña e inesperada que la Historia no podrá retomar su curso como hasta ahora.
Esta historia dar pie al escritor libanés para elucubrar sobre el tiempo que estamos viviendo. “Me inspiré en la actualidad que es un momento muy importante en la aventura humana. Al igual que la Grecia de hace 2000 años, cuando la humanidad daba sus primeros pasos en el florecimiento de la cultura, ya que se creó el teatro y la democracia, entre otras muchas cosas. Cuando pensé en escribir la novela, me vino la inspiración de esa Grecia antigua, cuna de la modernidad”, explica el escritor en un vibrante francés académico.
Sin embargo, como hemos apuntado más arriba, señaló que “estamos en un pleno naufragio, pero hay una vida después de ese naufragio, desde hace meses estoy constantemente reflexionando cómo va a ser el mundo del post-naufragio. Creo que ha sido un aviso que el mundo nos da. Por eso, necesitamos repensar el futuro y nuestro mundo”. En su opinión, “el mundo árabe tiene más problemas que los demás, pero no es el único, sólo hay que ver cómo está Estados Unidos. Hay que replantearse el funcionamiento de las democracias y de la sociedad en general y, también, de los medios de comunicación”. Como periodista que es, le preocupa el papel seguidistas de los “medios” con el poder.
También mostró su preocupación por el Líbano, “está pasando por un periodo muy difícil. Faltan medicamentos y artículos de primera necesidad. La sociedad se ha empobrecido mucho. Es un estado extremadamente incompetente y muy difícil de desenraizar. Va hacia una terrible caída económica y política, creo que debería quedar bajo una gerencia internacional que reconstruya las instituciones políticas y así pueda arrancar el país de nuevo”, dictamina con precisión de cirujano.
Es un buen momento para repensar el mundo en el que vivimos
“La lucidez no tiene que conducir a la desesperación. Incluso cuando no vemos la luz al final de túnel, hay que seguir creyendo que hay una luz y que un día la veremos. Es una regla que he adoptado hace ya tiempo, y que me vuelve al espíritu en los momentos más difíciles”, analiza el autor de "Nuestros inesperados hermanos".
"Las novelas nacen de las carencias de la Historia". Esta cita del alemán Novalis abre Nuestros inesperados hermanos, nueva entrega del proyecto literario e intelectual que el autor franco-libanés Amin Maalouf viene desarrollando desde los años ochenta del siglo pasado, con títulos clave como Identidades asesinas, El desajuste del mundo, Los desorientados o El naufragio de las civilizaciones, por citar solo algunos ejemplos. Tras un breve paréntesis intentando buscar en la no ficción respuestas a las cuestiones que desde hace un tiempo le preocupan, Amin Maalouf ha regresado a la ficción.
Los periodistas nos preguntamos si su nuevo libro es una ¿parábola sobre la condición humana? ¿Un thriller distópico? ¿Una historia de amor? Nuestros inesperados hermanos toma elementos de todos ellos, con una premisa clara, no dejarse llevar por el tono sombrío actual. "Es el libro más optimista que he escrito nunca. Va contracorriente con respecto a la deriva actual y bebe en los grandes momentos del pasado", afirma tajante el autor galardonado con el premio Goncourt y con el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Si los académicos del premio Nobel no estuviesen mirándose el ombligo continuamente ya le abrían concedido dicho premio, en vez de tantas equivocaciones que no dicen nada bueno de ellos.
Amin Maalouf, nacido en Líbano en 1949, es uno de los escritores más brillantes y clarividentes de las actuales letras francesas. Novelista, periodista, ensayista..., miembro de la Academia Francesa, toda su obra, traducida a más de cuarenta idiomas, está publicada en Alianza Editorial. Entre los numerosos premios que ha recibido cabe destacar el Goncourt por La Roca de Tanios, y el Aujourd'hui 2019 al mejor libro de geopolítica por El naufragio de las civilizaciones (Alianza Editorial, 2019); así como el Príncisa de Asturias 2010 en reconocimiento a toda su obra y a su labor estrechando lazos entre Oriente y Occidente.