Encontrarse con autores que no solo escriben sino que sus obras tienen un verdadero contenido es algo muy de agradecer actualmente. Nuestros románticos han tenido recorridos totalmente diferentes y han nacido en lugares de la geografia española un tanto distintos pero no -quizás- como veremos tan diferentes. Uno lo ha hecho desde Barcelona y otro vive en Valencia. Ambos han sabido y saben jugar con las palabras y sus textos desde un punto o desde otro así lo demuestran. Y lo curioso es que siendo personas diferentes comparten ciertas disciplinas como son los idiomas y el estudio a diferentes niveles.
Mientras uno nació en Mediterráneo y es sanscritista (hermosa palabra), el otro ha traducido infinidad de obras para que aquellos que no sabemos idiomas podamos seguir aprendiendo y disfrutando. Mientras Óscar Pujol Riembau (Arbós del Penedés, Tarragona 1959) ha viajado por motivos profesionales aprendiendo en aquellos lugares en donde le ha tocado residir Fernando Mora Zahonero al margen de los variados estudios que ha emprendido no ha parado de sorprender a sus lectores con sus trabajos en donde el Pensamiento hace la Palabra y gracias a ésta aparece la Observación.
Pero mientras Pujol estudiaba en Benarés esa lengua que está de todo menos muerta y esperamos un libro con ese contenido. Fernando se metía por los vericuetos del budismo tibetano dando lugar a obras que actualmente ya son un clásico para los estudiantes como «Padmasambhava y el budismo tibetano» (1998) un libro dedicado a Senphen Dawa Norbu Rimpoché de la Tradición de los Nuevos Tesoros, a Khamtul Yeshe Dorje Rinpoché, y a todos los seres.
Tras muchos años de estudio el profesor Pujol conseguía doctorarse en Sánscrito por la Universidad de Benarés y fue en 1999 cuando presentó su doctorado con la edición de unos manuscritos gramaticales del siglo XII siendo su Director de tesis Shrinarayan Mishra y ya venía de atrás ese impulso de hacer acopio de innumerables traducciones que vertidas al castellano nos acercarían a ese sentimiento tradicional y védico en donde encontramos todas estas obras. Con el paso de los años transcurridos muchos de ellos le llamarían «el indio».
Fernando no descansó en este período intelectual o más bien de conocimiento sino que comenzó a interesarse por otras disciplinas que harían verter en él una prosa mucho más amplia con una Cosmovisión que en muchos y diversos aspectos de la cual tenemos mucho por descubrir. Sus traducciones con David González Raga en obras como el ya clásico «Lo que realmente importa» o «La Verdad Olvidada» nos hacen acercanos a esos estudiosos que luego como veremos construirán sus obras gracias a esos conocimientos anteriormente acumulados. Pujol viviría unos años en Benarés para luego trasladarse a Nueva Delhi pero quizás en esos variados artículos y múltiples traducciones alguien le diria -¿Y por qué no un diccionario sánscrito-catalán?. Un trabajo que solo al pasar sus páginas parece asustar a quien se asoma al mismo. El diccionario ya está en la calle pero ¿sánscrito-catalán? a lo que responde «Sí, nosotros los catalanes no lo hacemos ¿quien lo va a hacer? Y ya en la calle como ustedes con un amplio equipo de colaboradores y en Herder acaba de lanzar el tan necesario Diccionario Sánscrito Castellano. Pujol encarna igual que Fernando ese amplio diálogo que se ha denominado por algunos Oriente (que es eso) y Occidente (que es eso...) Y Fernando ¡nos hemos olvidado de él!. Si hay un personaje que a muchos emociona nada más terminar de leerlo es el murciano Ibn Arabi (1165-1240) un sabio y filósofo andalusí como poeta y viajero que daria a los lectores grandes obras y según él mismo se puede ser místico y al mismo tiempo participar de la vida de los hombres haciendo de ello algo sumamente interesante. Condujo el ansia de saber a una vida totalmente viajera recorriendo primero Al-Andalus natal y luego el Norte de África visitando los diferentes grupos sufíes. Pero Mora no se paró a la hora de abordar la vida de este místico sino que realizó un trabajo introductorio bajo el título «Ibn Ârabi. Vida y enseñanzas del gran místico andalusí» (2011) Una verdadera enciclopedia que al día de escribir estas líneas pese al tiempo transcurrido aún se puede encontrar en las diferentes librerias y ha sido objeto de admiración por parte de algunos profesionales «No debemos menospreciar, arrastrados por oscuros motivos ideológicos, el decisivo papel desempeñado por Ibn Árabi y otros personajes como él en la génesis de la espiritualidad peninsular. No se puede entender la historia religiosa y cultural de este país desdeñanado la influencia que ha tenido en ella el factor islámico»
Óscar Pujol también se «metió» con la mística y habló de lo que han denominado No -Dualidad. Y fruto de sus muchas reflexiones es el trabajo convertido en conferencia que tituló «La noche oscura en los Yogasutras de Patañajali» que podemos completar con otras obras de este mismo autor como «Patñajali -Spinoza o La Ilusión Fecunda. El pensamiento de Samkara» En cierta ocasión el profesor Pujol dijo de una manera muy sincera que hay que leer a los místicos y parece que nuestro traductor y hombre sensible le estaba escuchando en la distancia. Una editorial Matrioska cuando estamos tomando notas de ambas personalidades va a sacar con una portada muy atractiva «Tierra de Nadie» un texto muy trabajado en donde siguiendo sus anteriores trabajos Mora deja entrever sus conocimientos adquiridos a lo largo de los años. Seguramente Pujol en conversaciones con la poeta y profesora Chantal Maillard o con el Hombre Universal Gonzalo López Nadal daran mucho que hablar en un mundo en que hablamos ahora a través de las distintas redes sociales.
Ahora entre traducción y traduccion Fernando tampoco ha dejado de colaborar en diversas publicaciones así como en reuniones en torno a temas como el sufismo y en concreto al personaje que ha marcado sus últimos años de estudio ya lo hemos dicho Ibn Árabi. Y por eso son de destacar sus numerosos artículos en la revista «El Azufre Rojo: Revista de estudios sobre Ibn Árabi en la Universidad de Murcia» Como aquel hermoso artículo al que puso de nombre «Metáfora no dual en el budismo y en el sufismo» así como «Dios deseado y deseante: Una mirada Akabari sobre el último Juan Ramón Jiménez»
Ambos autores son unos maestros en el arte de escribir dar charlas o conferencias que en un principio parecen diferentes pero luego con el paso del tiempo vemos que parecen llevar a esa unidad a través de las palabras.
Ahora en todos estos estudios y trabajos hay que tener en cuenta la palabra: «Simbolismo» Quizás como el pensamiento o el entendimiento entre unos y otros lo agradecemos gracias al símbolo de unas culturas y de otras y a algo de lo que en ocasiones nos olvidamos que tenemos, nuestra propia mente. Por eso hacemos nuestras unas palabras del propio Pujol: «Cuando se afirma que la tradición occidental ha prestado poca atención a la mente, no se trata de que hayan realizado pocos estudios en torno a la misma como objeto de investigación, sino que se ha prestado poca ocasión a la misma como instrumento cognitivo y afectivo susceptible de mejora mediante un entrenamiento especial» Y es que el mismo Pujol al hablar de entendimiento al hablar del sánscrito y de dos términos un tanto confusos Oriente y Occidente decidió publicar una obra colosal como fue «Del Ganges al Mediterráneo» en donde se establecieron unos diálogos para ofrecer al lector unos conocimientos desconocidos por muchos hasta entonces. No olvidemos que Fernando Mora también en otro momento -distinto- visitó la India pero buscando esa savia nueva que durante muchos años han dado los Grandes Lamas Tibetanos que fueron expulsados del Tíbet en un momento que aún muchos a través de lecturas recordamos. O lugares que han marcado una historia y un momento en nuestras vidas como Grecia, Marruecos, Argelia o Italia en donde a lo mejor paraba un instante como en el caso de Pujol para «beber en sus fuentes» Pero ¿puede la Diversidad llegar a la Unidad en todos los aspectos de la vida?
Una obra anteriormente no mencionada «Diccionario del Yoga. Historia, práctica, filosofia y mantras» con Laia Villegas es un verdadero complemento a este nuevo trabajo. Las palabras han elegido a estos dos autores quienes agradecen en el caso de Óscar Pujol a sus padres Jordi Pujol Rius y Rosalía Riembau Carbó y en el caso de Fernando a su esposa María Senent. Ahora no sabemos si la respuesta a una pregunta de la periodista Ana Gabriela Rojas al hablar sobre las lenguas clásicas estaría de acuerdo Fernando Mora «Su precisión y concisión ayudan a ordenar los conceptos y la mente mucho más que las lenguas modernas, que son desordenadas y redundantes» A todos estos elementos llenos de Amor y de hermosura como son las palabras tenemos que destacar el inmenso trabajo realizado por Wilfried Stroh en su obra "El latín ha muerto, ¡viva el Latín!" que publicó con mucho acierto la editorial Ediciones del Subsuelo. Igual que Stroh estudiante de estudios clasicos se suman ahora estas dos personalidades en donde su lema parece ser «unir y no separar».