El pasado miércoles, 14 de octubre a las siete de la tarde, el grupo de jóvenes poetas valencianos Poesía 90 debutó en el escenario de La Cruz del Sur (Campoamor, 57). Manteniendo las medidas de seguridad sanitaria exigidas por la situación epidémica, el público cumplió a la anunciada cita y el aforo se completó días antes del evento mediante reservas.
Organizado por la plataforma Orbis Vacui, gestores culturales valencianos, los integrantes del grupo poético: Marc Caballer, Irene Castelló, Clara Romany, Cristian Ferrando, Beatriz Marrodán y José Antonio Olmedo, comenzaron interactuando con las personas asistentes, formulándoles preguntas a través de imágenes que se proyectaban en una pantalla y recibiendo la respuesta espontánea de aquellos invitados que decidieron participar. Imágenes de Ángel González o Gloria Díez, entre otros, se proyectaron para mostrar al público algunos de sus referentes literarios.
Sobre las mesas, poemas de integrantes del grupo ausentes eran leídos por los asistentes, quienes los pasaron de mano en mano. Acto seguido, Marc Caballer explicó el origen y gestación del grupo, así como detalló, dando lectura al manifiesto de Poesía 90, la germinal motivación de este equipo. Así pudimos descubrir que el inconformismo, la necesidad de expresión o la búsqueda de la identidad, son algunos de sus motores y razón de ser.
Poesía 90 comenzó su actividad en Instagram (@poesia.noventa), desde ahí, los componentes del grupo, así como poetas invitados pertenecientes a su misma promoción, comparten audios de creaciones propias e incluso invitan a participar a poetas consagrados, como Sara Castelar, Begonya Pozo o Xelo Candel.
A continuación, y tras explicar los pormenores de un proyecto cultural que solo acaba de empezar, Clara e Irene se mezclaron con el público y repartieron pequeños papeles en blanco que invitaron a rellenar con versos, reflexiones, etc. que después se repartirían aleatoriamente entre los invitados.
Elsa Moreno, perteneciente a Orbis Vacui, fue la encargada de presentar a cada poeta antes de intervenir. El primer poeta fue Marc Caballer, alma mater y fundador de Poesía 90, quien leyó un romance de Federico García Lorca, y otro, de su propia cosecha, e hizo gala de su habitual carácter crítico y gusto por lo clásico. A Marc Caballer le sucedió Beatriz Marodán, quien dio lectura a dos poemas propios de bella factura y delicada dicción que arrancaron la ovación del público. Por su parte, Cristian Ferrando, emergente cantante de rap, provocó la sonrisa con su desparpajo, sus dos poemas relataron historias urbanas cotidianas. Clara Romany recibió los aplausos más efusivos, su sensibilidad y talento adoptó varios registros a lo largo de sus tres poemas, el último de ellos, adoptando en primera persona la identidad colectiva de Poesía 90. A la lectura de algunos poemas acompañaba una música a piano que casaba a la perfección con los versos. Irene Castelló dio lectura a tres poemas de corte intimista que encandilaron al público y recibieron aplausos atronadores. José Antonio Olmedo cerró el bloque de Poesía 90 dando lectura a un par de poemas extensos de calado romántico.
Tras un descanso merecido dio comienzo la segunda parte, dedicada a Trotaversos, un micrófono a disposición de todo aquel que quisiera recitar. Elsa Moreno, maestra de ceremonias, inició el recital de poetas espontáneos. La participación fue máxima. Entre los poetas colaboradores se encontraba Jorge Pérez Cebrián, quien leyó uno de los poemas que tiene publicados en la cuenta de Instagram de Poesía 90, e Isaac Martín, también colaborador virtual. Clara Romany, Irene Castelló, repitieron turno y se sumaron al recital junto a otros intervinientes.
Seguidamente, Elsa Moreno dio paso al apartado musical. La solista Carla Juárez ofreció un pequeño concierto en acústico acompañada por Lalo Narbona (bajo) y Miguel Gibaja (guitarra). Mientras los músicos instalaban sus instrumentos, el servicio de barra de La Cruz del Sur y las confidencias e intercambio de impresiones entre los asistentes aumentaron sus revoluciones. Carla Juárez, antes de comenzar, agradeció a los anfitriones la invitación y anunció el nacimiento de Parnaso, una nueva revista literaria —de la que muy pronto tendremos noticias— a la que invitó a participar abiertamente como su directora.
De género bossa, y en varios idiomas, Carla Juárez y sus músicos sobrecogieron a los asistentes con un repertorio que propició el despliegue de todo su potencial, incluyendo en él, temas como: “Desafinado”, “Corcovado” o “The girl from Ipanema”. Como colofón, la musicalización de “Me basta así”, un poema de Ángel González. Para la puesta en escena de esta agradable sorpresa, Irene Castelló intervino junto a los músicos leyendo versos del afamado poeta.
Helga (cantante) y Tomás García (guitarra) culminaron con su actuación musical una cita cultural de primer nivel. Helga cantó en inglés el siguiente repertorio: “Fireside” de Arctic Monkeys, “Bring me to life” de Evanescence y “You know I’m no good” de Amy Winehouse, y demostró su fuerza y estilo sobre el escenario. Para cerrar su actuación, Clara Romany acompañó a los músicos para intervenir recitando algunos de sus propios poemas a los que Helga y Tomás pusieron voz y melodía. La ovación fue máxima.
Los asistentes fueron abandonando el local, no sin antes tomar de un canasto papelitos con textos anónimos que se fueron con ellos hasta sus hogares. Sin duda, el arte se abre camino en plena pandemia, la música de Carla y Helga y los poemas de Poesía 90 crearon una burbuja de celebración en mitad de un convulso panorama social, la juventud valenciana tiene mucho que decir y así quedó demostrado con este acto para el recuerdo.