Hoy hemos comenzado mal el día. La noticia del fallecimiento de Pau Donés nos ha vuelto a sobrecoger. Sabíamos de su enfermedad, sabíamos que la había enfrentado con coraje y ahora sabemos qué le vamos a echar de menos. En estos últimos meses, nos hemos acostumbrado demasiado a la muerte. Han sido muchos los familiares y amigos que nos han abandonado, no quiero dejar de recordar a personajes de la talla de Luis Eduardo Aute, Luis Sepúveda y Miguel Artola, entre los muchos que se han ido.
Pau Donés venía luchando contra el cáncer de colon desde el verano de 2015, estuvo un par de años lejos de los escenarios, pero los doctores que le atendían le dijeron que el mejor tratamiento para continuar su lucha era regresar a los escenarios y así lo hizo. Con valentía y coraje, volvió a subirse a las tablas y grabó en los últimos cinco años dos discos: el recopilatorio “50 palos... y sigo soñando” y este mismo año “Tragas o escupes”.
En “50 palos... y sigo soñando” volvió a regrabar sus grandes éxitos donde añadió una canción nueva “Humo”, que se utilizó como sintonía de una serie de Televisión Española; su último trabajó fue “Tragas o escupes” que se ha editado este mismo año y es un disco totalmente inédito, en el que el título dice mucho de lo que había pasado con esa cruel enfermedad que al final ha podido con él, pero que no ha humillado. Siempre mantuvo su dignidad y así nos lo demostró en repetidas ocasiones.
La última vez que coincidí con Pau fue en la presentación del disco y de su autobiografía “Cincuenta palos…y sigo soñando” y en la que pude charlar un rato con él. En la conversación, me dijo cosas interesantísimas. “No hay que tener miedo ni a la muerte ni a la vida, por desgracia vivimos acojonados. Tengo que reconocer que durante la enfermedad he pasado miedo y eso no puede ser”. Estoy seguro que con todo lo que pasó, si bien pasó miedo, hizo todo lo posible para recuperarse porque pese a su mirada triste se le notaba que tenía ganas de seguir viviendo.
Me confesó que “en algún momento noté que la vida se me escapaba, por eso me he dado cuenta de lo que es vivir. Ahora, voy a aprovechar más mi vida”. Y creo que eso hizo hasta el último instante. En estos tres últimos años, ha seguido componiendo y actuando hasta que no ha podido más. Todo un ejemplo de arrojo.
De su libro “50 palos… y sigo soñado” me dijo con toda la sinceridad del mundo que “no tuve intención de hacer balance de mí vida, no creo que debamos perder el tiempo en hacerlo. Yo sigo para delante. Para mí, el presente es lo importante. La vida es urgente ya que no sabemos qué puede pasar mañana. Además, creo que no he hecho nada por lo que tenga pedir perdón, aunque reconozco que me cuesta pedirlo y perdonar”.
Pau Donés, además de cantante y compositor, fue economista. Creó su propio sello discográfico “Tronco Records” porque creía que las productoras musicales en las que había estado, dos multinacionales, no entendían bien a los músicos. El mal de esas casas que tratan a los artistas como si fueran números que sólo tienen que dar beneficio. Él mismo se encargaba del marketing, así pudo dirigir su carrera hacia donde le apetecía. Hizo lo que quiso y lo hizo bien, pese a los problemas sufridos.
No quiero dejar de escribir sobre la primera vez que me lo encontré, fue en las fiestas del pueblo donde resido. Allí llegó con su banda para amenizar nuestra celebración sobre el Cristo Aparecido a finales de un mes de junio que el destino quiso que fuese muy ventoso. Tanto que parte del espectáculo no lo pudo realizar como él quería porque la pantalla donde iba a proyectar unos videos se vino abajo por un inoportuno huracán. No le importó y realizó el show durante la ventisca. Al finalizar, pudimos hablar y me contó que sus principios fueron muy duros, hasta que pudo grabar su primer disco “La Flaca” y que poco a poco el éxito fue llegando hasta que la canción que daba título al álbum se convirtió en un bombazo. Y de allí al estrellato. Justo lo que acaba de pasar hoy, ya estará cerca de las estrellas, aunque Pau no creyese en nada. “Yo solo creo en lo que veo”, solía decir. Donde quiere que esté ahora, allí le encontraremos cantando sus canciones, a capella, sin duda.