«Alá vio triste la situación de los hombres como trataban la tierra, decidió entonces enviarles al Arcángel Gabriel. En realidad pensó, el Corán es demasiado difícil y demasiado largo; Gabriel se lo volverá a explicar de manera muy sencilla. Esto evitará la catástrofe ecológica y hará a los creyentes más sencillos, su fe más eficaz y el fundamentalismo innecesario. Entonces Gabriel se fue con un simple mensaje. Viajó por todas partes, utilizó todas las huestes celestiales. Finalmente volvió al cielo. Sus alas estaban completamente sucias y estaba exhausto. Alá le preguntó como le había ido; si había trasmitido el mensaje. Si, naturalmente -respondió- ¡pero los hombres no tienen tiempo de escuchar!»
Así cuenta Raimon Panikkar en su libro «Invitación a la Sabiduría» uno de los aspectos más importantes del ser humano: La impaciencia, el no contar con nosotros mismos, la dependencia del juego, las drogas, los psicólogos o incluso del mismo Dios.
María Sánchez (nombre supuesto) ha viajado por varios países: Uruguay, Italia, España en compañía de «algo»: Un Ángel. «Yo lo siento -comentaba- es alguien especial que siento que esta aquí». Para el periodista Vicente Verdú «un Ángel es un ser ambiguo, equívoco, pero todo menos epiceno o asexual. Puede ser un protector, pero es sobre todo un seductor. Como demostraba el teorema de Passolini un Ángel viene a hacer compañía a un mundo individualista. Es una golosina para el paladar sexual».
Los Ángeles de hoy funcionan como una especie de sanadores, psicólogos, guardianes...Todo esto en un importante diálogo de tú a tu. Si retrocedemos en el tiempo veremos que la palabra Ángel procede del griego «angelos» que significa mensajero. Son portadores de mensajes invisibles. Alma Daniel interesada por la metafísica había trabajado como psicoterapeuta. «Nuestras realidades se interpretan mutuamente -dice- son ciudadanos de nuestro espacio interior. Lo de los Ángeles es algo que se cultiva a solas. Su objetivo es liberarte de tensiones, rencores y todo tipo de pensamientos negativos». Alma Daniel se intereso por el tema de los Ángeles tras acudir a una conferencia sobre la Nueva Era. «Lo que hacemos en este centro me sirve como defensa contra el medio en el que vivo». Y Lucifer, ¿Quién es Lucifer?, le pregunto. «En los talleres que doy no se habla de demonios, del mal, de los malos Ángeles porque creo que aquello en lo que centras energía, crece. Lo que temes también puede ser atraído. Siento que la mejor defensa es la ofensiva del amor y la compresión. En nuestras meditaciones pedimos sobre todo paz». Sobre sus creencias religiosas Alma Daniel afirma: «En mi mundo mantenerse atea es imposible. Aquí han venido personas que no eran practicantes de ninguna religión y han descubierto a los Ángeles»
Los protestantes dicen: «Cuando hablas, hablas a Dios». Los católicos dicen: «Hablas a tu Ángel de la guarda». Por su parte los judíos afirman: «Cuando Dios aparece ves un Ángel. Un Ángel verdadero está conectado con Dios y así cuando te comunicas con el te sirve de canal hacia El Señor». Para los judíos el texto básico en el que se habla por primera vez de los ángeles es el Pentateuco (los cinco primeros libros del Antiguo Testamento: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Lo que hace la Kábala es descifrar las referencias que existen en estos textos. Para el Rabino Moshe Bendahan Israel, nacido en Tetuán (Marruecos) «un Ángel es lo que dice la doctrina de la Iglesia, una criatura espiritual. Son criaturas invisibles por que no se ajustan al ámbito de los sentidos. Es como si uno se imagina un hombre pero sin cuerpo, sólo con la inteligencia. Cada individuo tiene un Ángel protector. Lo más importante, lo fundamental en la fe católica es creer en Cristo. Los Ángeles son secundarios».
Pensar que alguien me ayuda, me protege, es poderoso y está tan cercano a Dios es algo que atrae. Existen unos nombres colectivos para determinadas categorías de Ángeles como Serafines y Querubines de los cuales se habla en el Antiguo Testamento e incluso en el Nuevo Testamento. También tenemos las Potestades y las Dominaciones. En cuanto a las jerarquías, el primero que escribió largamente sobre el tema fue un escritor desconocido llamado Dionisio Aeropagita. Entre sus escritos figura uno llamado «Jerarquía Celeste». No fue de todos modos el primer escritor que menciono lo de las jerarquías, pero si el primero que escribió sobre su disposición concreta. Los ordenó en un sistema muy preciso y estableció la existencia de nueve coros angélicos divididos en tres jerarquías cada una de las cuales comprenden a su vez tres órdenes. Influyo en San Gregorio Magno y en Santo Tomás. La crítica actual lo sitúa en torno al siglo V en parte por el influjo neoplatónico que destilan sus obras. Plutonio concibe a Dios como el único, como el uno, y postula que de él emana por vía jerárquica hasta la ultima criatura. Pero pensemos: ¿Qué entendemos por Serafín?. Que arde, que quema, y parece claro que si arde de amor es que está cerca de Dios. La jerarquía esta cerca de Dios, está inflamada del amor de Dios. Concretamente en el Antiguo Testamento se habla de Querubines que están cerca de Dios. Por ejemplo los Tronos son la sede de Dios. Para el Dominico Fausto Shaffoni, autor de una tesis sobre los Ángeles “estos son visiones de un mecanismo psicológico que todos tenemos, sólo que en unos seres se desarrolla y en otros no. Se ha observado a los niños de doce años que estudian con una imaginación tan fuerte que, enseguida se imaginan de una manera sensible lo que representa y cuando leen un texto lo recuerdan materialmente, como si existiese en su imaginación. Eso se llama imágenes eidéticas. Los niños viven la realidad a través de sus propias imágenes, a veces casi con imaginaciones».
En la Santería, la religión animista que llevaron a Cuba los esclavos africanos, fundamentalmente de las etnias Yoruba y Lucumí, existen leyendas y mitos que han llegado a la actualidad por tradición oral. Para la Santería todos tenemos un Ángel de la guarda que es la parte material y un guía espiritual. El Ángel de la guarda es Santo. Uno de los principios de esta religión es «el muerto parió al Santo». Según explican los santeros «el espíritu, el muerto está antes que el Santo y siempre hay que darle cuentas. De aquí viene la adoración a los espíritus. Uno de los principios más claros de santería es la reencarnación: Nuestras vidas pasadas, nuestros antepasados, familiares o no, entidades que están flotando en el espacio se pueden convertir en nuestros guías espirituales o cuadros espirituales». Para el santero cubano Nelson Martínez «el ángel nos ayuda, nos avisa y también nos capacita para ayudar a los demás. Lo consideramos como nuestro guía material al que llamamos Santo. En nuestra religión el ángel es una fuerza que nos viene desde que nacemos y dura hasta nuestra muerte. Es nuestra parte material y lo que llamamos materia es el médium, el cuerpo que da paso al espíritu».
En este sentido la actriz Lucía Bosé, una de las divas del cine italiano, tiene algo que decir. Tras varios intentos al fin consiguió crear un museo sobre los ángeles en Turégano (Segovia) «Los ángeles son los amigos invisibles que nunca te fallan. Dan un sosiego y una paz increíbles» Estas son las declaraciones de una mujer apoyada en su proyecto por toda la familia. «Aunque no paran de trabajar -comenta Lucia- me apoyan y participan cuando pueden. Paola se ha encargado de hacer un librito sobre el tema y también hay un cuadro en el que aparece Miguel (se refiere a su hijo el conocido cantante Miguel Bosé)». En la novela «Si al atardecer llegara el Mensajero» de Soledad Puértolas la historia transcurre en el cielo y la tierra. La vida interna inquieta también a otra escritora: la Argentina Esther Vidal en su obra «La educación de los Ángeles» que podríamos definir como mitad ensayo irónico y mitad ficción teatral.
Santa Teresa decía que el éxtasis le permitía amar mejor y después le permitía amar mejor al mundo, volver llena de algo diferente, pero compatible con la vida terrenal. Ese volver del éxtasis es precisamente la misión de la poesía. «Los que no regresan son los que llamamos locos» dice Gustavo Martín Garzo autor de «El Lenguaje de las Fuentes». «El verdadero misterio para mí -continua refiriéndose a los ángeles- está en lo que vemos cotidianamente a nuestro alrededor. Soy espinozista, sólo creo en la inmanencia. Nunca he sentido la necesidad de pensar en los ángeles aunque si me interesa mucho la literatura fantástica y el mito».
Rosa Veloso es fotógrafa con varias exposiciones sobre ángeles en su haber. Según sus propias palabras ha llegado a sentir cierta dependencia de estos ayudantes invisibles. «Yo sin ellos no haría nada. Cada vez que pienso en algo están ellos ahí. No lo puedo evitar, rodean mi vida, noto que están a mi lado. Sólo deseo querer y que me quiera mucha gente. Hay ángeles que te quieren por como vives la vida, yo amo la vida».
En la librería esotérica de la conocida vidente Leonor Alazraki se venden ángeles en forma de libros, posters, velas, casettes... «No se trata de arreglar lo que esta en los cenáculos de la vida madrileña con el nombre de crispación política sino de un menester más trascendente. Después de que los hombres hemos estado durante dos siglos conectando con los aspectos más racionales ahora la humanidad está entrando en planos más espirituales que propician la influencia masiva de ángeles que vienen a ayudarnos a efectuar los cambios que se avecindan hacía valores menos materialistas y más espiritualistas» afirma. Delante de la periodista Encarnación Valenzuela, Leonor se arma de un papel y de un lápiz y comienza a escribir a toda velocidad el mensaje que Rafael le esta dictando. El papel dice: «Diles que no se olviden de que somos mensajeros de Dios y de su amor sobre la tierra».
Según el sacerdote Victorino Pérez Prieto, licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y autor del libro Cristianismo y Ecologismo. «Hay que buscar la venida de los ángeles en la New Age, movimiento que no encaja en las entrañas del cristianismo. En el mensaje cristiano los ángeles no significan nada. Con esto lo que pretendo decir es que a Jesucristo le importaban más bien poco los ángeles. Pienso que son una cuestión marginal». Casi de la misma opinión eran las palabras expresadas en su momento por el teólogo Enrique Miret Magdalena. «Yo no creo en la existencia de seres personales llamados ángeles. En cambio si que creo que existe ese mundo del espíritu que es producto nuestro e influye en todo. A mí me gusta recordar todas estas cosas sobre los ángeles pero dándoles un sentido simbólico nada más. Las historias relacionadas con estos seres son bonitas y muy poéticas y realmente representan una realidad: el propio espíritu que quiere desarrollarse. Sobre la pregunta del millón, el sexo de los ángeles, Pérez Prieto responde que por definición no pueden ser ni masculinos, ni femeninos por que el espíritu no puede tener sexo. La postura oficial de la Iglesia es que los Ángeles existen y los demonios también».
Como ya hemos dicho al principio Dionisio fue el primero que estableció nueve clases de ángeles: Tres órdenes distintas y en cada órden tres coros. De este modo Serafines, Querubines y Tronos pertenecen a la primera orden; Dominaciones, Virtudes y Potestades a la segunda y Principados, Arcángeles y Ángeles a la tercera. A los Querubines los encontramos en el Génesis (2,24); a los Serafines en Isaías (6,2); a los Tronos en san Pablo (Epistola a los Colosenses 1,16); a las Dominaciones, las Virtudes, las Potestades y los Principados en la carta a los Efesios (1,21); a los Arcángeles en la primera carta a los Tesalicenses (4,15) y finalmente los Ángeles en la primera carta a San Pablo.
En cuanto a la definición de estas figuras los Querubines representan la efusión de la sabiduría; los Serafines el calor amoroso; los Tronos una situación por encima de los valores puramente materiales; las Dominaciones el poder espiritual; las Virtudes la potencia y la virilidad valiente; las Potestades el poder divino; los Principados el poder superesencial; loa Arcángeles sirven como emisarios de los Principados a los Ángeles y los Ángeles como no podía ser de otra forma los guardianes de las personas y las naciones.