El Círculo de Bellas Artes acoge la mayor panorámica realizada en nuestro país sobre el proyecto Gente del siglo XX, realizado por el fotógrafo alemán August Sander entre la década de 1910 y mediados de 1950 y que significó su trabajo más legendario. Sander registró un vasto archivo de retratos que recogían una visión completa y compleja del tejido productivo de la sociedad alemana de la época, entre la República de Weimar y el fin del nazismo tras la Segunda Guerra Mundial.
Gracias, en gran parte, a este trabajo de envergadura enciclopédica, August Sander ocupa una posición tutelar en la historia de la fotografía. Su estilo propio, el estilo Sander es reconocido, entre otras características, por la combinación de penetración e imparcialidad, de distanciamiento y captura del detalle que ofrecen sus imágenes.
El reconocimiento a su obra fue, tal vez, como señalan los comisarios de la exposición, Valentín Roma y Guillermo Zuaznabar, demasiado tardía. La divulgación de Sander, apuntan, corrió a cargo de escritores y narradores de imágenes quienes, desde Kurt Tucholsky hasta John Berger, desde Susan Sontag hasta Adam Kirsch, han leído sus fotografías de una manera acaso más libre o literaria.
Entre el retrato más antiguo de Gente del siglo XX (titulado Excursionistas y fechado en 1892) y la fotografía más moderna (un retrato de Robert Görlinger, alcalde de Colonia, en 1954), este archivo consta de 619 fotografías ordenadas en 7 capítulos y 45 carpetas. En total, 1461 personas retratadas (de las que el 60% son hombres y el 40% mujeres).
El orden y la selección de las imágenes de la exposición (196) recrean, de manera exacta, el concebido por el propio August Sander en su trabajo original. Se incluye un conjunto de obras de la serie “Estudios: el ser humano”, prácticamente inédita hasta ahora. Imágenes que muestran detalles de gesticulaciones, miradas y posturas, sobre todo de las manos, de las personas retratadas. Además, este estudio sobre Sander se complementa con un apartado documental que reúne cartas manuscritas del fotógrafo y las carpetas elaboradas en la época para algunas secciones, así como distintos materiales bibliográficos.
La primera presentación pública del proyecto tuvo lugar en 1927. Sin embargo es dos años después cuando su obra adquiere notoriedad, con la publicación de El rostro de nuestro tiempo, prologado por el novelista Alfred Döblin. Ese año, 1929, participa en las exposiciones Fotografía del presente (Magdeburgo) y La fotografía (Múnich). Sander vive entonces un intenso periodo de actividad pública. Hasta la llagada del Partido Nacionalsocialista al poder en Alemania (1933), que en 1936 confiscó los libros de El rostro de nuestro tiempo y destruyó las placas originales.
En 1946, instalado en Kuchhausen tras verse obligado a abandonar Colonia y una vez finalizada la guerra, un incendio en su trastero coloniense destruye entre veinte y treinta mil negativos (junto con documentos y copias originales).
Sin embargo, y a pesar de su difícil situación familiar (su hijo Erich fue encarcelado por su activismo político en 1934 donde murió diez años más tarde), Sander nunca abandonó Gente del siglo XX. En 1962 publica Espejo de los alemanes (incluyendo en este trabajo ochenta fotografías de Gente del siglo XX).
Más de seis décadas separan la primera de la última imagen incluidas en el proyecto al que prácticamente dedicó su vida August Sander. Hoy, la historia de la fotografía documental no se entiende sin el fotógrafo alemán.