La mañana en la que se iba a presentar la nueva novela de Cristina López Barrio, “Rómpete corazón”, amaneció nublada. En el monte Abantos es lo habitual en esta época del año, pero el sol quiso asistir a la puesta de largo del libro con sus mejores galas y luchando contra las leyendas del mítico monte, rompió el gris celeste para tornarlo en amarillo. La leyenda se rompió para alegrar el corazón de la literatura.
Cristina López Barrio (finalista del Premio Planeta 2017 con la exitosa “Niebla en Tánger”) regresa con una novela que parece haber surgido de la neblina perenne que envuelve el monte Abantos, en la sierra de Guadarrama, donde transcurre la historia de su nuevo libro y que tan bien conoce la escritora madrileña. “Mis padres tienen una casita de veraneo aquí cerca, yo he venido muchos años a pasar las vacaciones, aquí tenía mi pandilla, aquí aprendí a montar en bicicleta y, después, en moto. Y aquí he escrito este libro basándome en algunas leyendas de El Escorial”, dice la autora en la presentación del mismo.
“Rómpete, corazón” debe su nombre a un verso de la tragedia de Hamlet de William Shakespeare, “es un thriller contemporáneo donde el suspense y la intriga policiaca se entremezclan con el poder de los lazos familiares, la magia de los cuentos de hadas y las trampas de la pasión amorosa”, señala Cristina. Una curiosa mezcla donde ha unido sus lecturas de novela negra, Dashiell Hammett, sobre todo “La llave de cristal” y los cuentos de hadas, sobre todo “La bella durmiente”.
Para la autora, “mi novela tiene de ambos géneros" y añade analizando a los mismos, "en el cuento de hadas siempre se requiere un final feliz y en la novela negra hay una resolución del caso, pero no requiere que tenga que ser feliz”. De ambos géneros ha surgido esta novela “fruto de la fascinación por ambos estilos y por la documentación que he obtenido en El Escorial sobre la boca del infierno que tapó el Monasterio”. Eso es, precisamente, lo que dice la leyenda: una de las siete bocas del infierno está cerrada por la construcción que hizo levantar Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI.
“En la novela, utilizó muchos temas que ya he utilizado en obras anteriores, pero he querido dar un salto apostando por lo viejo, por eso he trabajado con el tema del enigma”, apunta Cristina López Barrio en la presentación. La novela tiene mucho de policiaco, uno de los protagonistas es el policía encargado de los casos Roger, “un perdedor, anclado por el alcohol y las adicciones, que no resolvió la primera desaparición y, ahora, vuelve a encargarse de la nueva”, deja caer de manera enigmática.
“Cada casa de El Escorial da para una novela”
La novela se basa en el enigma de las desapariciones de dos hermanas que suceden con doce años de diferencia. En la actualidad desaparece la niña de tres años, Clara (hija de Blanca y hermana de Aurora), cuyo extravío recuerda demasiado al ocurrido doce años atrás, cuando otra de sus hermanas, Alba, se evaporó sin que nunca se descubriera su paradero o se encontrara su cadáver. Las dos se esfumaron mientras dormían sin que nadie imaginara lo que sus desapariciones implicaban.
La novela se desarrolla en un caserón escurialense que tiene una famosa torre, la de los Melgar. “Cada casa del pueblo da para una novela”, afirma la escritora y añade “El Escorial es un lugar mágico, aunque algunos dicen que cerca del monte Abantos la energía es maléfica. Hay unos túneles, que salen en la novela, que dicen se acercan a esa boca del infierno”.
Para mí, la literatura es belleza
Pero la novela trata otros temas como el maltrato psicológico y el amor obsesivo, algo que le ocurre a Ricardo, marido de Blanca, “es muy doloroso ver como la persona que amas te maltrata, en ocasiones no lo quieres ver”, cuenta Cristina que se ha documentado con una psicóloga especialista en el tema. “También he investigado sobre los psicópatas, en la novela vemos como aísla a su mujer en la casa para manipularla a su antojo”, puntualiza.
“En la novela hay muchos triángulos amorosos, muchos celos y amores miméticos”, sentencia la escritora. Pero, también hay muchos misterios y muchas intrigas. Una relato fragmentario, con seis voces diferentes que convierten a la narración en un espejo poliédrico. Una novela que la ha quedado muy original a Cristina López Barrio que se considera antes "una lectora que escritora” y que concluye diciendo "para mí, la literatura es belleza".
Cristina López Barrio, nacida en Madrid, ejerció como abogada durante trece años, especializándose en Propiedad Intelectual. Tras ganar en 2009 el Premio Villa Pozuelo de Alarcón de novela juvenil con la obra El hombre que se mareaba con la rotación de la Tierra (2009), y la publicación de la novela La casa de los amores imposibles (2010), abandonó la abogacía para dedicarse plenamente a la escritura.
En 2010 obtuvo el premio a la escritora revelación que otorga el conocido blog literario Llegir en cas d’incendi por La casa de los amores imposibles. Esta novela se ha traducido a quince lenguas y publicado en veintidós países, entre ellos Estados Unidos, Italia, Alemania, Brasil, Argentina, Suecia, Israel o México.
Ha publicado también el libro de relatos
El reloj del mundo (2012), así como las novelas
El cielo en un infierno cabe (2013) y
Tierra de brumas (2015). En 2017 fue finalista del Premio Planeta con
Niebla en Tánger, una bella historia de amor y misterio en una ciudad cosmopolita y mágica.
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