En la presentación del libro “Nunca fueron extraños”, que se celebró el pasado sábado en la librería Lé, José Luis Hernández Garvi estuvo acompañado por el ilustrador del libro Ricardo Sánchez, el editor y miembro del consejo editorial de Modus Operandi Editores Melquíades Álvarez y por la responsable del nuevo sello Laura Darriba.
Hace cinco años, Hernández Garvi fue uno de los ganadores del XII Premio Algaba de Biografía, Autobiografía, Memorias e Investigaciones Históricas con “Héroes, villanos y genios”, una colección de personajes foráneos que dieron lustre a la España de los siglos XVI y XVII, cuando reinaba la dinastía de los Austrias. Personalidades como Spínola, Doria, Magallanes, el Greco, el Bosco, Tiziano, Rubens o Andrés Vesalio, entre otros, prestaron sus servicios a la monarquía española de manera brillante.
Ahora, José Luis Hernández Garvi presenta la continuación de dicho libro titulado “Nunca fue extraños”, que se corresponde con el siglo XVIII y el comienzo de la dinastía borbónica. Personalidades como el primer duque de Berwick, el admirable irlandés O’Reilly, el traidor James Wilkinson o Agente 13, el soberbio Alberoni, el impopular Esquilache, el peruano Olavide, Farinelli con su voz sanadora, la delicadeza del pincel de Mengs, y todos los arquitectos, canteros y artistas de diversa índole que, con Sabatini como más conocido, llevaron a puerto el palacio más hermoso de Europa, el Palacio Real de Madrid.
En palabras de Melquiades Álvarez, “Hernández Garvi en sus libros desbroza y ordena los acontecimientos históricos, tanto de la historia moderna como contemporánea. Es un consumado especialista en los entresijos ocultos de la dictadura franquista y de la guerra civil, entre otras cuestiones”. El editor tomó los mandos de la presentación y como si de una tertulia radiofónica se tratase y comenzó a preguntar a José Luis sobre su libro y su trayectoria profesional.
“Escribir un libro en muy complejo. En este caso han colaborado Ricardo Sánchez, que ha hecho unas ilustraciones magníficas, con una línea de tiempo prodigiosa, y otras personas que están detrás de toda la maquinaria editorial”, apunta el autor madrileño y añade “en esta ocasión, me ciño al cambio de dinastía, que planteó gravísimos problemas como la Guerra de Sucesión acaecida a partir de 1701. Fue una auténtica guerra mundial donde participaron las grandes potencias de la época. Últimamente, se ha manipulado bastante este hecho por parte de los nacionalistas”.
José Luis Hernández Garvi destacó en su intervención las cualidades de estos “extraños” al servicio de los Borbones. “El duque de Berwick sirvió a Felipe V de forma admirable, fue un grandísimo militar que ganó en la batalla de Almansa a los seguidores de los Austrias y protagonizó el asedio de Barcelona”, dijo. Otros como Alejandro O´Reilly o James Wilkinson estuvieron también al servicio de los ejércitos españoles.
“Aunque pueda parecer extraño, en el siglo XVIII los territorios de España continuaron aumentando. Alaska era español y se luchó allí contra los rusos, el 75% de los actuales Estados Unidos eran territorios españoles y en el Pacífico seguíamos manteniendo bastantes territorios”, señaló el autor de “Nunca fueron extraños” en su intervención.
Pero si siente una debilidad especial por alguno de estos extranjeros al servicio de la corona es por Farinelli. “Felipe V estaba enfermo y deprimido, con un punto de locura, hasta que oyó cantar al castrato italiano. Su portentosa voz le hizo levantarse de la cama y recuperar las ganas de seguir reinando. Hay que tener en cuenta que Felipe V fue el primer monarca español en abdicar. Lo hizo a beneficio de su hijo Luis I, pero la muerte del rey hizo que volviese a ceñirse la corona”, recuerda Hernández Garvi.
La monarquía supo atraer a las personas más capaces y valiosas de Europa
El reinado de Carlos III fue uno de los más brillantes de la monarquía borbónica. “Carlos III vino aprendido a España, era rey de Nápoles y no quería venir. Fue un buen fichaje”, afirmó el escritor madrileño. “En aquellos años, España estaba muy abierta a las políticas europeas. La monarquía supo atraer a las personas más capaces y valiosas de Europa. La Armada española vuelve a rivalizar con la británica, gracias a Jorge Juan, y hasta la tenían miedo. Fueron años de las grandes expediciones científicas como la de Malaspina y Bustamante”, recordó el autor.
No pudo pasar por alto el papel desempeñado por personajes como el marqués de Esquilache o Ricardo Wall, pero destacó la labor de Francesco Sabatini en la construcción del Palacio Real de Madrid. “Un palacio que es el culmen de la arquitectura palaciega de Europa”, apuntó y añadió “se hicieron grandes cosas en ese tiempo y muchas son desconocidas”.
“Si el español tiene un defecto es que le gusta hablar de historia sin realmente conocer la historia. Tenemos que aprender de nosotros mismos”, expuso y añadió para finalizar “yo he intentado transmitir la pasión por la historia maltratada y desconocida”. Toda una declaración de principios.