Terror | 91 min. | Canadá-Francia| 2018
Título: Ghostland.
Título original: Ghostland.
Guión: Pascal Laugier.
Intérpretes: Crystal Reed, Anastasia Phillips, Mylène Farmer, Taylor Hickson.
Estreno: 20/09/2019
Productora: 5656 Films / Logical Pictures / Mars Films.
Distribuidora: A Contracorriente Films.
Pauline (Mylène Farmer) y sus dos hijas adolescentes, Beth (Emilia Jones) y Vera (Taylor Hickson), heredan una casa. La primera noche en su nuevo hogar sufren el ataque salvaje de un grupo de intrusos. Pauline y las chicas deberán luchar para salvar sus vidas. Dieciséis años después, Beth (Crystal Reed) es una novelista de éxito, mientras que su hermana Vera (Anastasia Phillips), víctima de desequilibrios mentales, vive todavía en aquella casa con su madre. Cuando las tres vuelven a reunirse allí, una ola de acontecimientos terroríficos se desata.
El trauma y el procesamiento emocional son la nueva sangre en la era moderna del horror. Como género, nos estamos volviendo más genuinos, más catárticos y más conmovedores en la forma en que vemos y contamos nuestras historias. Muchos fanáticos han acudido al género como un medio para ejercer sus propios demonios traumáticos y encontrar una manera de dar sentido a sus propias experiencias.
Debo mencionar en este momento que no tengo credenciales efectivas además de ser un psicólogo de sillón. Estas observaciones son en gran parte introspectivas, así como hipótesis generales arrojadas al vacío de la psicología pop.
Ghostland es otra película en la línea de thrillers familiares traumáticos que son inteligentes, atemorizantes y bien diseñados.
El género de terror está ganando fuerza, ganando más producción y mayor calidad de la que hemos visto antes. Este renacimiento de terror está explorando nuevos conceptos y expandiendo los límites de lo que puede lograr lo macabro, mostrando una diversidad en concepto, tema y ejecución que es un soplo de aire fresco para un género que está asociado en gran medida con gangas y gore para adormecer el cerebro. Fiestas Esto no quiere decir que estos no tengan su lugar, pero el género, en su conjunto, debe ser mucho más que una astilla de su contenido.
Ghostland es otra película en la línea de thrillers familiares traumáticos que son inteligentes, atemorizantes y bien diseñados. El director Pascal Laugier ( Mártires , Hombre Alto ) cuenta una historia oscura, melancólica e inteligente. Si bien el concepto de esta película no es nada nuevo, la ejecución y el mensaje son algo que (me atrevo a decir) no he visto antes. Sé que es probable que me critiquen en la sección de comentarios en este momento, pero seré sincero: no sé si he visto esta película reflejada en otra cosa, algo que es increíblemente refrescante.
La actuación de Crystal Reed ( Crazy Stupid Love , Teen Wolf) tenía que ser genuina para lograr el concepto central de la película, y afortunadamente, ofreció una actuación creíble e íntima que la conectó con el público. Emilia Jones ( Brimstone , High Rise ) se hizo eco de Reed en su vulnerabilidad y autenticidad. Mylène Farmer hizo su debut en vivo para interpretar a la madre de las dos chicas aterrorizadas con compasión y omnisciencia.
El film se deja ver y a ratos es apaludible, pero se queda corto con algunas oportunidades perdidas. Es difícil elaborar los detalles sin revelar nada, pero basta con decir que hay oportunidades para pasar a través de líneas desde el principio hasta el final de la película que no se realizan. Además, parece que hay mucha violencia por el bien de la violencia. El horror cuestiona nuestro status quo, sacudiendo los cimientos de nuestra realidad consensuada. La realidad es una cosa voluble. Baja y fluye cuestionando la subjetividad que colorea lo que consideramos real. Esta película explora este concepto con intensidad, narrando la confusión y la paranoia que acompaña a los eventos traumáticos.