Más de ocho millones de minas diseminadas por todo el país amenazan a la población afgana, ocho mil personas sufren heridas y amputaciones y cuando hablamos de Afganistán, hablamos del primer exportador a Europa de heroína marrón- la de mayor calidad, una de las mayores fuentes de los taliban y los medios de comunicación no dan a conocer esa información.
Es uno de los muchos lugares que según el fotoperiodista, Gervasio Sánchez hay que visitar una y otra vez, para sentir y ver como está la situación. Mónica Bernabé es periodista y autora de uno de los mejores trabajos que se conocen hasta la fecha sobre Afganistán «Afganistán. Crónica de una ficción» Son muchos los que se ocupan e insisten en hablar de este país. Fue en los años sesenta, cuando muchas mujeres se atrevieron a salir a la calle sin el sayo medieval, mientras muchos sacerdotes recorrían las calles de Kabul detrás de ellas, pues según estos habían desafiado las leyes del Corán
Con una superficie de 647.500 km cuadrados y un número de habitantes entre los quince y los dieciocho millones y una población rural del 80% nos acercamos de nuevo a Afganistán, pues aunque no sale en los medios de comunicación, ¿como siguen las cosas- nos preguntamos? Cuando se da una información a nivel internacional comienzan a salir libros e informaciones, ¿pero? En palabras del periodista Manu Leguineche y autor entre otros volúmenes de: «El camino más corto. Una trepidante vuelta al mundo en automóvil» «Cuando pasé por allí Afganistán era uno de los países más pobres mundo. El afgano vivía con menos de trescientas pesetas al mes; la mitad de los niños que nacían cubrían el 90% de la población» Según cuenta la periodista, Alejandra Ruiz Hermosilla «Siguen parapetados tras el cumplimiento de la ley islámica, ‹sharia›, los taliban han establecido obligaciones, prohibiciones y castigos arbitrarios deformando las leyes del Corán ‘el Corán no dice que la mujer no pueda trabajar’, es más, la esposa de Mahoma era una trabajadora muy activa. El régimen taliban no se basa en la religión, sino en el terror. La religión no es más que una máscara, una mentira»
Y en Kabul, se creó La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán Rawa en el año 1977 como organización política independiente de mujeres afganas. Fundada bajo el liderazgo de Meena asesinada en el año 1987 en Ouetta, Pakistán, por agentes afganos de la antigua KGB soviética. Behjat Hamra es una mujer joven, tiene 22 años, pero, oculta su rostro. Cuando intentamos hablar con ella, no quiere que le hagamos fotografías, nos permite la entrevista, tras un maratón increíble. Su única misión es dar a conocer lo que pasa en su país. Desea la llegada de un gobierno democrático que respete los derechos humanos. «Formo parte de la asociación RAWA, he tenido que dejar mi país hace muchos años. Dentro de está asociación me dedico a trabajar con el exterior, y además pertenezco a un comité que se encarga de las publicaciones de la revista»Recordamos un apunte literario, «La Guerra de Charlie Wilson» cuyo autor en la editorial Almuzara, George Crile nos describe la historia de como un excéntrico congresista de Texas y un resentido agente de la CIA conspiraron para lanzar la más grande y exitosa operación encubierta de la historia de Estados Unidos. Ya lo dijo Jimmy Carter, «Afganistán ha sido la última gran batalla de la Guerra fría, pero ha permanecido como un episodio velado en la memoria reciente de la política mundial»
En el año 1981 se creo una revista que es bilingüe –persa-pashtún – Payan-e-Zan (mensaje a las mujeres) La publicación de está revista se ha extendido y están apareciendo ejemplares en inglés y Urdu. «La mujer no existe para estos fundamentalistas, están totalmente anuladas, los fundamentalistas talibanes impiden que las mujeres podamos estudiar, podamos tener una educación. Las obligan a salir con un burka que tapa todo su cuerpo y tienen que ir acompañadas de un familiar, existen otras restricciones, pero estas son las más importantes»
Antes del golpe de Estado que se produjo en Abril de 1978 en Afganistán dirigido por Moscú, las actividades de la Rawa se reducían a movimientos en pro- de los derechos humanos y la democracia, pero después del golpe de estado y concretamente después de la ocupación soviética en diciembre de 1979, Rawa se involucró directamente en la resistencia.
«La situación en Afganistán cambió mucho desde 1992, los talibanes toman el poder y también hacen referencia a otros grupos fundamentalistas. Las mujeres afganas vivían de una manera muy parecida a como vive actualmente la mujer occidental. Tenían derecho a salir a la calle, a trabajar con total libertad, a elegir su propia ropa. Todo eso ha desaparecido»
Desde hace algunos años en occidente nos invade un miedo por los distintos fundamentalismos que parecen proceder según las distintas informaciones de los países árabes. «Los fundamentalismos representan una amenaza que esta ahí presente. Lo que hacen estos grupos, lo mismo, lo pueden hacer otros en lugares diferentes del mundo. Comportarse igual, tratar igual a sus mujeres como lo están haciendo los talibanes. Por poner algún ejemplo, estos casos podían darse en Irán o en Arabia Saudi»
Los Emiratos Árabes Unidos, Arabía Saudí y Pakistán lo reconocen como un gobierno légitimo, y la ONU... «En aquel momento cuando comenzamos se encontraba Kofi Annan como secretario general de la ONU y su representante era el español, Francesc Vendrell, pero no hicieron nada. Los únicos intentos que hicieron fue poner de acuerdo a todos los grupos fundamentalistas y ese gesto en lugar de quitarles fuerza, lo que ha hecho es darles más fuerza. Mientras la situación no cambie y no se haga una intervención, pero de otra forma, el problema está sin solucionar» Quedan otros conflictos que como ella misma nos dice están sin solucionar: «El conflicto de Afganistán no es comparable con ningún otro y en toda su historia no vivirán una situación como esta, ¡desde luego que no!»
Ambos están sumamente comprometidos con la información- (por utilizar una palabra) y desde luego dicen que los que tienen que hablar son las víctimas, los verdaderos protagonistas. Hace unos años en unas jornadas celebradas en La Coruña, mientras observábamos sus fotos sobre Sarajevo, Gervasio habló de un proyecto que estaban llevando acabo. El lugar, Afganistán. Según sus palabras, además de informar sobre lo que sucede en dichos países; hay que visitarlos para saber cómo se desarrollan los mismos. Durante un tiempo ambos, Gervasio y Mónica trabajaron en Afganistán. Un trabajo complicado en donde hablan los verdaderos protagonistas.
Los resultados son una exposición que recorre la amplia geografía española y que todos podemos ver en un libro bajo el título: «Mujeres/Women. Afganistán2 (Blume) Una lucha por la dignidad, y por los derechos humanos. A través de la imagen y de la narrativa nos acerca a ese mundo distante y diferente.
- Afganistán. Crónica de una ficción. Mónica Bernabé (Debate)
- Afganistán. La vida más allá de la batalla. Antonio Pampliega. (Plataforma editorial)
- Historia de Afganistán. De los orígenes del Estado Afgano a la caída del régimen taliban. Daniel Gomá. Universidad de Barcelona.
- Asociación por los derechos humanos en Afganistán (ASDHA)