Basándose en una extensa investigación y a partir de conversaciones con el guitarrista y su entorno, Chris Salewicz desentraña el enigma que supone la figura de Jimmy Page, y presenta el retrato más
completo del hombre y su obra. La obra cubre toda su vida, desde sus primeros días como uno de los mejores músicos de estudio de Londres hasta décadas de auténtica lucha de poder con su compañero
de banda, Robert Plant.
John Bindon, guardia de seguridad de Led Zeppelin, tiró al suelo del Coliseum de Oakland al tramoyista Jim Matzorkis. Bindon, actor ocasional, peso pesado en el mundo de las pandillas, que tenía la reputación de haberle arrancado los testículos a un hombre con los dientes y de haber matado a puñaladas a otro un año después, le estaba dando una paliza sin piedad a Matzorkis a base de puñetazos y patadas. Hasta que Bindon trató de sacarle los ojos, Matzorkis no se dio cuenta realmente del grave peligro que corría.
Durante la mayor parte de aquel día, el sábado 23 de julio de 1977, las probabilidades de que las cosas acabaran en un nefasto desenlace no hacían más que crecer. La mayoría de los miembros de Led Zeppelin y demás integrantes del personal parecían sumidos en un estado de ira permanente, como si las grandes cantidades de droga consumidas durante la gira que abarcaba cincuenta y un estados, y que había comenzado el 1 de abril, les hubiesen hecho perder finalmente el control. Años después, Jimmy Page me negó que todo lo que pasó aquel día fuera una represalia kármica causada por sus coqueteos con lo oculto. “No creo que hubiésemos estado haciendo nada… maligno”.
Fue especialmente irónico que lo que sucedió ese día —y que transformó definitivamente la trayectoria de Led Zeppelin—, pasara en el Coliseum de Oakland, pues se encontraban en uno de los dominios de Bill Graham, cuya sala Fillmore West había sido prácticamente un templo de popularidad para los Yardbirds, el grupo anterior de Page, que, además, junto con la presentación en Nueva York, fue el escenario de los primeros grandes triunfos de Led Zeppelin. (…)
La noche antes, Graham había estado en la promoción del concierto Day on the Green y, tan pronto como se anunció dicho evento, destinado a acoger a 65.000 personas, fue convocado al hotel de Led Zeppelin, el Hilton de San Francisco, para atender lo que sería una repentina petición de veinticinco mil dólares en efectivo. Al entrar a la suite, Graham recuerda ver en primer lugar a un hombre con sombrero de cowboy, un camello local de drogas duras. Desde ese instante, se dio cuenta de para qué necesitaban el pago. (…)
Había una norma (flagrantemente patética, por su arrogancia) que se había impuesto para la gira (la última de Led Zeppelin en Estados Unidos, aunque ellos todavía no lo sabían): nadie tenía permitido hablar con ningún miembro de la banda ni con Grant, a menos que uno de ellos le hablase primero. (…) “Lo que no me gustaba de Led Zeppelin era que siempre reaccionaban con la fuerza — declaró Graham tiempo después—. He escuchado cómo, en otras ciudades, llevaban promotores musculosos para conseguir mejores acuerdos. Cómo aplicaban la intimidación por dinero… Escuché cosas muy chungas sobre su personal de seguridad.”
Pero lo peor estaba por llegar.
Chris Salewicz es periodista, locutor y novelista. Y vive en Londres. Entre 1975 y 1981 colaboró en el New Musical Express, donde se dice que, bajo la tutela de Neil Spencer, se reescribió la historia del periodismo musical. Es autor de 15 libros, entre ellos, Rude Boy: Once Upon a Time in Jamaica; Redemption Song: the Definitive Biography of Joe Strummer, y Bob Marley: The Untold Story.