Que un familiar, y más una madre, te esconda los libros que no quiera que leas es un acicate para saltarse esa norma a la torera y a escondidas hacerse con las obras prohibidas. Eso es lo que le ocurrió al escritor vasco Iñaki Ezkerra cuando apenas contaba 12 años. “Con Baroja descubrí un mundo nuevo”, dijo en la presentación del libro refiriéndose a la primera novela que leyó del escritor del 98, “La sensualidad pervertida”. “No encontré lo que iba buscando, pero descubrí muchísimas cosas más”, afirmó el escritor ante una abarrotada concurrencia.
Con “La voz de la intemperie” son ya 19 los libritos que Ipso Ediciones ha publicado en su colección “Baroja & Yo” sobre el insigne escritor vasco, un escritor injustamente denostado en nuestros días, tanto por los lectores como por las autoridades culturales del País Vasco, que parecen le tienen vetado y no quisieron conmemorar el 60 aniversario de su fallecimiento. Precisamente a un escritor que glosó como nadie la esencia del pueblo vasco; no hay más que leer las cuatro novelas que componen su serie de “La tierra vasca” para darse cuenta.
Y ha tenido que ser una editorial navarra la que está poniendo en valor al escritor de Itzea. Para la presentación del libro se escogió el auditorio de uno de los museos más maravillosos y recónditos que hay en Madrid, el Lázaro Galdeano. ¡Navarro tenía que ser este gran mecenas de la cultura! La intención del editor Joaquín Ciáurriz para lanzar esta interesantísima colección fue que diferentes escritores, “un total de 26 y ya sé que es un número raro -diría el editor- escribieran sus recuerdos sobre sus lecturas de Baroja" y añadió tajante que “mi objetivo, al publicar los libritos, es reivindicar la modernidad de Baroja”. Por supuesto, que Pío Baroja es moderno y actual y su literatura va ganando con el tiempo.
Para presentar a Iñaki Ezkerra, Joaquín se lo pidió a Soledad Puértolas, amiga del escritor y autora de la “Lúcida melancolía”, otra obra de la colección “Baroja & Yo” que dijo: “leer a Baroja me da muchas alegrías”. Para la escritora zaragozana, “los gustos literarios de una persona dicen mucho sobre ella. Y los que leen a Baroja son personas que tienen una gran pasión por vivir y, además, de contar cosas. Baroja es un escritor que da un margen de libertad enorme”.
Para Iñaki Ezquerra, un enamorado de Baroja, “leer a Baroja es una manera de entender la vida, alejada de las falsas apariencias, de la intolerancia y del dogmatismo, y, además de recuperar mis raíces”. También quiso dejar muy claro dos falsos mitos acerca del escritor vasco: “su supuesta misoginia y su presunto antivasquismo”.
“Baroja fue un gran retratista de la mujer, lo que, hacia Zuloaga en sus cuadros, lo hacia Baroja en sus novelas. Valoraba la inteligencia de la mujer, sabía escucharla y su presunta misoginia era una manera de coquetería, como un juego”, desmenuzó con inteligencia el autor del libro. Y reivindicó la “modernidad” del escritor de la Generación del 98. Por el contrario, sí lamentó que “será difícil quitarle ese sambenito”.
Algo parecido a lo de la misoginia ocurre con su supuesta animadversión hacia el País Vasco. "No lo estiliza ni lo halaga, sino que plasma lo que ve", ha opinado Ezkerra, para quien, a través de sus obras, Baroja "transmite amor al País Vasco sin necesidad de tocarlo". Para terminar, nos quedamos con unas palabras de Soledad Puértolas: “Hay que leer más a Baroja”
En la presentación también ha intervenido Inmaculada Alegría, presidenta de la Asociación Cultural Navarra. En Baroja & Yo, además del propio Ezkerra, participan decenas de reconocidos escritores y docentes amantes de la obra barojiana, como Eduardo Mendoza, Luis Antonio de Villena, Eduardo Laporte, Jon Juaristi, Manuel Hidalgo o Andrés Trapiello.