"Los corruptores tiene una trama que se podría trasladar perfectamente a lo que estamos viviendo hoy en España", con estas palabras ha presentado en Madrid la editora de Destino, Silvia Sesé, al periodista y escritor mexicano Jorge Zepeda Patterson en un pequeño acto con periodistas realizado para dar a conocer la primera novela de este autor del que esperan sea todo un acontecimiento debido a la calidad de su obra.
La novela o el "thriller político", como le gusta al autor definir a su obra, se ha publicado en España tan sólo dos semanas después de hacerlo en su propio país y las novedades acontecen a velocidad de vértigo: hoy mismo se ha dado a conocer la noticia de que la editorial Mondadori prepara una edición para Italia y también está preparada la próxima publicación en portugués para Brasil, además de en otros países sudamericanos.
"Tiene todo lo que tiene que tener una buena novela: amor, amistad, lealtad, ambiciones y, por supuesto, corrupción", ha explicado la editora. ¡Qué otra cosa iba a decir si ha apostado fuertemente por el autor y su obra! Pero que la descubridora de Stieg Larsson en España diga eso es porque ha encontrado una novela especial que se lee "con la amenaza pegada al cogote".
Jorge Zepeda Pattersson es un fino analista político mexicano, algo decepcionado por la profesión. "El periodismo debería ser capaz de contarlo todo", afirmó tajantemente; sin embargo, no es así, ocurre lo mismo en México que en España. El periodismo se debe a los grandes poderes económicos y políticos. Ya no hay prensa independiente. Las grandes decisiones políticas se toman en la oscuridad, sin luz ni taquígrafos. "La clase política ha hecho del secretismo su profesión", dice resuelto y lúcidamente.
Las grandes decisiones no se toman en el Congreso, sino en lugares oscuros. Sobre ello lleva escribiendo veinte años en su columna semanal, gracias a la cual ha ido construyendo una antropología política de cómo se ejerce el poder. "La mayoría de mi trabajo no se puede publicar en la prensa y eso es frustrante, de ahí que haya querido escribir una novela contándolo sin tener pruebas fehacientes", explica el escritor, que con 60 años ha escrito su primera novela. "Muchos que me quieren me han dicho que por qué he tardado tanto en escribir una novela, pero hasta ahora no me he sentido preparado", ha confesado.
La novela narra la historia de amistad y amores de cuatro personas, tres varones y una mujer, desde la infancia a la época adulta "formando una cofradía entre ellos" y el reencuentro de ellos cuando ya han pasado la frontera de los cuarenta y les quedan muchas asignaturas pendientes en su relación. Donde los espías campan a sus anchas. "En México estamos acostumbrados a todo lo relacionado con espías de Estados Unidos, nuestro país es el patio trasero de los americanos. Sólo hay que tener en cuenta que la embajada estadounidense de mayor presupuesto es la de México D. F.", sostiene el periodista. De todas formas, recalca, "la novela está escrita antes del escándalo de Edward Snowden. En América están acostumbrados a estas prácticas americanas, y si no que se lo digan a la presidenta brasileña y al presidente de México o a los propios aliados europeos.
"La novela me permite presentar varios frentes, por un lado los personales donde domina el amor y la amistad y, por otro, la políticos, donde el estado se ha impuesto a los ciudadanos y lo frágiles que son nuestras instituciones democráticas", analiza sobre su obra. En México, a su parecer, "hay un desencanto por la democracia", sin embargo en España su sensación es que las instituciones democráticas funcionan, "al igual que en Estados Unidos", en México, opina, "no ocurre esto y hay un sistema de corrupción generalizado".
Para él, el presidente Enrique Peña Nieto "está intentando acabar con la impunidad. Es un gran clamor popular instalar un verdadero estado de derecho", pero el presidente se debe al gran capital, el gran beneficiario de esa impunidad, y cada medida regeneradora trae una letra pequeña que la invalida", analiza sobre su propio país y como ejemplo da que solo el 2% de los crímenes acaban en condena. "La mayor profesión de éxito en México es la delincuencia", sentencia.
Jorge Zepeda Patterson aboga por una nueva forma de hacer política, pero también de hacer periodismo. "El fenómeno de las redes sociales irritan la epidermis de la clase política. Las redes les desbordan", piensa, pero al mismo tiempo sostiene que "la información se ha convertido en una mercancía de entretenimiento" y continúa diciendo que "la crisis del periodismo tradicional es enorme, pero los periodistas nos creemos imprescindibles, por eso creemos que hay un futuro para nosotros en otra plataforma, pero creo que los medios digitales han nacido en crisis, no hay un modelo de negocio que esté financiando el nuevo periodismo", puntualiza sabiamente con los años que le han dado su experiencia periodística.
Los corruptores es, para su autor, un thriller político, no una novela negra. "En México es impensable que haya un detective honesto que busque la verdad". La experiencia le ha gustado tanto porque en la novela se pueden decir cosas que el periodismo tiene vedado, que ya está escribiendo una continuación, "es como una segunda temporada de una serie televisiva, parte de la trama se desarrolla en España, en Marbella concretamente, lo cual da para mucho material al unir la corrupción al movimiento de capitales", avanza el escritor mexicano.
Pese a todo lo que cuenta y escribe, sigue teniendo esperanza en la condición humana. "La corrupción es mucho más profunda entre las élites que entre las personas comunes. La gente normal sigue teniendo un sentido ético, por lo menos en España, en otros lugares de Latinoamérica o Italia la deshonestidad es mucho mayor", concluye. Y si no, es difícil de entender cómo un personaje como Berlusconi pueda acceder al poder. Claro, que también pasó lo mismo con Hitler y ya sabemos cómo acabó.
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