La Biblioteca Nacional de España ha dado a conocer, en rueda de prensa, la exposición “Cartografías de lo desconocido”, que se podrá ver desde el 3 de noviembre al 28 de enero de 2018. En el acto han intervenido Ana Santos Aramburo, Directora de la Biblioteca Nacional de España y los comisarios de la exposición Juan Pimentel y Sandra Sáenz-López.
\nMás de doscientas obras
La muestra presenta más de doscientas obras de valor inestimable sobre el mundo cartográfico en la antigüedad.
Mapas, manuscritos incunables, grabados, atlas, cartas náuticas… La colección, procedente de la propia BNE y de otras instituciones españolas, recoge desde el mapamundi medieval o las cartas de los descubrimiento hasta mapas sobre lugares inexistentes o fenómenos imaginarios. La exposición, además, ofrece un recorrido sobre cómo estos documentos han gestionado las novedades, la información improbable o las regiones ignotas.
Lo que los mapas esconden
El escritor Robert Louis Stevenson dijo en cierta ocasión que había oído hablar de unos hombres extraños a quienes no les interesaban los mapas, pero que no creía en su existencia. Sin duda, los mapas son objetos fascinantes. Su magnetismo es universal. Su atractivo procede de la ilusión que generan, de su gran poder evocador: la soledad de una isla remota, el acceso a una región desconocida, la visión panorámica y omnisciente. Para un príncipe un mapa es un archivo de sus posesiones, para un naturalista un calendario de futuros hallazgos, para cualquiera la promesa de un viaje pendiente. Los mapas enseñan lo que desconocemos o ayudan a ver lo que creíamos saber. Son obras de arte e instrumentos científicos. Tienen algo de pintura, algo de fotografía y algo de geometría. Sirven para orientarse y a menudo para perderse.
En primer término, dirigiéndose a los asistentes, Ana Santos Aramburo, Directora de la Biblioteca Nacional de España, junto a los comisarios de la exposición Juan Pimentel y Sandra Sáenz-López
La BNE
La BNE custodia fondos cartográficos de valor inestimable: mapas manuscritos, incunables, grabados, atlas, cartas náuticas y cientos más. La muestra contendrá más de doscientas obras procedentes de la propia BNE y de otras instituciones españolas. Todas ellas dan forma y permiten imaginar cosas inapreciables o remotas. Están los mapamundi medievales o las cartas de los descubrimientos. Hay mapas que recogen lugares inexistentes y otros que reflejan fenómenos invisibles.
Imagen alegórica del mundo desde una perspectiva eurocentrista
Dos objetivos
“Cartografías de lo desconocido” persigue dos objetivos. Primero, hacer que el espectador se fije más en el mapa y menos en el territorio, pues sucede a menudo que el mapa –como cualquier buen truco de magia– suele esfumarse, tiende a borrar las convenciones visuales y espaciales sobre las que se apoya para susurrarle al espectador y mostrarle con aparente trivialidad: “Usted está aquí”, “así es la Tierra”, “este es su país”.
Sin embargo, nada es lo que parece. Por eso, en segundo lugar, se quiere ofrecer al visitante un recorrido por algunos de los recursos y los temas más frecuentes en esta historia del conocimiento y el ilusionismo, cómo han gestionado los mapas la información improbable, las novedades, los hechos inciertos, las regiones ignotas, los fenómenos invisibles.
Comienza por los ideales de simetría y las formas del mundo. Se detiene en la incorporación de la terra incognita y la representación de los lugares imaginarios. Se dedica una sección a las imágenes e información sobre los habitantes del globo, las relaciones entre geografía, historia natural y etnografía. Y otra a lo que callan los mapas, pues todo mapa enfatiza algunas cosas, pero también silencia y esconde otras: ya se sabe que algunos mapas sirven para descubrir tesoros y otros para ocultarlos.
Finalmente, en la última sección se comprueba el éxito de los mapas, cómo su lenguaje ha colonizado otros terrenos, cómo los mapas se han alzado como los instrumentos por antonomasia para cartografiar lo desconocido.
América se convirtió en la terra incognita por excelencia del mundo moderno
Autor de los vídeos y de las fotografías: José Belló Aliaga
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