El escritor madrileño Javier Marías publica en la editorial Alfaguara una selección de sus mejores cuentos titulada "Mala índole". El libro es una compilación de treinta relatos, veintiséis de ellos publicados anteriormente en sus dos libros de cuentos, Mientras ellas duermen de 1.990 con una reedición ampliada en el año 2.000 y Cuando fui mortal, de 1996. A estos cuentos se han añadido cuatro más, escritos con posterioridad y que habían aparecido en varias publicaciones periódicas.
Entre ellos destaca el que da título al libro Mala índole, "el cuento, quizás, es exactamente lo que a mí me hubiera gustado leer, de él me gustan todas sus páginas", afirmó el escritor en la presentación a los medios de comunicación de su último libro. Fue más allá al señalar que "es una opinión subjetiva, pero quizá entre estos cuentos esté lo mejor que he escrito nunca". Un inmenso favor es otro de sus cuentos favoritos. El novelista cree que cinco o seis de los cuentos que están en su tercer volumen de cuentos están dentro de los mejor de su prosa de ficción.
Los cuentos se reúnen en dos partes. La primera está compuesta por sus cuentos aceptados, por los que considera mejores y la segunda los reúne bajo el epígrafe de aceptables, de los cuales no se siente muy orgulloso pero que según él se dejan leer. Entre ellos están el primer cuento que escribió La vida y la muerte de Marcelino Iturriaga, cuento que escribió con catorce años y publicó en 1968, "con esa edad se es menos cursi que con dieciséis o diecisiete años, porque los jóvenes de esa edad son muy pedantes. En aquella época iba de surrealista con mucha influencia de Leonard Cohen", recuerda el escritor.
Si hubiese incluido una tercera parte llevaría el título de cuentos inaceptables, pero ha preferido no incluirlos porque no estaba muy orgulloso de ellos, quizá sea él su más severo crítico porque como según cuenta tampoco quedó muy satisfecho de su última novela Los enamoramientos que, sin embargo, ha cosechado un gran éxito, tanto en España como en los países en donde se ha traducido, como Italia, Francia, Alemania y países nórdicos. "En unos meses saldrá una edición en Gran Bretaña", añade.
"Las novelas tienen para mí cosas muy latosas", cuenta Javier Marías, quien ha explicado cómo ve el tempo de las novelas, "tienen que tener tiempos muertos, pausas, subidas, bajadas, escenas de transición, explicar cómo alguien ha llegado hasta aquí. Ahora el lector tiene una memoria muy visual que no tenían, por ejemplo, los lectores del siglo XIX", reflexiona el autor. Por eso las ve "latosas" y confiesa, "las hago porque no me queda más remedio". Y recuerda que su amigo Juan Benet, uno de los grandes escritores españoles del siglo pasado, decía: "A veces las novelas se justifican por una sola página o un solo párrafo, pero necesitan de toda una construcción que las sostenga".
Su primera novela la escribió hace 41 años, en 1971. Cree que las novelas han sufrido más cambios que los cuentos. "El cuento es un género muy distinto a la novela, más invariable y es mucho más antiguo", cree y continúa diciendo que "el cuento es otra historia; desde mi punto de vista son muy diferentes. Karen Blixen opinaba que los cuentos siempre pueden contarse con distintas palabras a las empleadas por el narrador, pero es imposible contar Ana Karenina si se resume en pocas palabras.
Cree normal, si se reduce una novela a pocas palabras, que "se traiciona de manera escandalosa la esencia de una novela, por el contrario, en el cuento no sucede eso". Para él Raymond Carver ha tenido una influencia nefasta y ha hecho mucho daño, "muchos creen que es fácil escribir como él, pero en sus relatos hay mucho talento aunque hable de cosas sin importancia".
"Dado lo poco que he frecuentado el noble arte del cuento en los últimos tiempos, es posible que ya no escriba más y que lo que aquí se ofrece acabe siendo la totalidad aceptada y aceptable de mi contribución al género", especifica Marías, y anuncia que ya está escribiendo una nueva novela, gracias a uno de los personajes de estos cuentos. Estos cuentos le han permitido atreverse con muchos subgéneros del cuento.
En los relatos de Mala índole, hay médicos misteriosos, guardaespaldas, fantasmas, dobles, una aspirante a actriz porno, una mujer y un hombre asesinados por una lanza africana, un mayordomo neoyorquino encerrado en un ascensor, el adorador de una joven a la que filma sin cesar, una pareja mafiosa caída en desgracia, o un asesino a sueldo que trata de disuadir a quienes quieren contratarlo. En definitiva, cuentos de fantasmas, de miedo, de terror, policíacos. Géneros que en sus novelas no ha tratado.
Reivindica los cuentos por encargo y recuerda que en otras artes, como la música o la pintura, muchas de las grandes obras han sido de encargo como algunos de sus cuentos. "Ahora ya no me encargan cuentos, debe ser quizás por la crisis, ya que suelo pedir mucho dinero", anuncia por si alguien quiere contratarle para escribir algún cuento. Sin embargo, en sus novelas nunca ha aceptado esos encargos.
Preguntado por sus 'cuentistas' de cabecera, Marías señala a Henry James; M.R. James, especialista en relatos de fantasmas; Anton Chejov, Guy de Maupassant o G. K. Chesterton.
Javier Marías (Madrid, 1951) es autor de Los dominios del lobo, Travesía del horizonte, El monarca del tiempo, El siglo, El hombre sentimental (Premio Ennio Flaiano), Salvajes y sentimentales, Todas las almas (Premio Ciudad de Barcelona), Corazón tan blanco (Premio de la Crítica, IMPAC Dublin Litaerary Award), Mañana en la batalla piensa en mí (Premio Fastenrath, Premio Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, Premio Mondello di Palermo), Negra espalda del tiempo de los tres volúmenes de Tu rostro mañana:1 Fiebre y lanza (Premio Salambó), 2 Baile y sueño, 3 Veneno y sombra y adiós, y de Los enamoramientos (Premio Qué Leer).
En 1997 recibió el premio Nelly Sachs, en Dortmund; en 1998, el Premio Comunidad de Madrid; en 2000, los Premios Grinzane Cavour, en Turín, y Alberto Moravia, en Roma; en 2008 los Premios Alessio, en Turín, y José Donoso en Chile; en 2010 The American Award, en los Estados Unidos; en 2011, el Premio Nonino, en Udine, y el Premio de Literatura Europea de Austria; y, en 2012, el Premio Terenci Moix, todos ellos por el conjunto de su obra.
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