Carolyn Richmond y José Manuel Blecua en la presentación del libro
(Foto: Javier Oliaga).
“Francisco Ayala es un escritor que en sus textos no se sabe bien dónde empieza la ficción y dónde acaba la realidad”, así se expresa la viuda del escritor Carolyn Richmond en la presentación del primer tomo de las Obras completas del escritor granadino que viene publicando Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, volumen que hace el cuarto de los siete previstos que tiene la editorial.
Carolyn Richmond, la persona que mejor conoció al escritor, es la encargada de la edición de sus obras completas con la inestimable ayuda del profesor Toni Munné, que hace doblete publicando casi al mismo tiempo las obras de Guillermo Cabrera Infante. La editora ha sido la encargada de hacer el prólogo de la obra donde hace un recorrido histórico y literario de la vida y obra del autor. La costó escribirlo y fue Munné la que le dijo que la fecha de edición del presente volumen estaba fijada y ya no se podía posponer más. Así que durante las vacaciones de la navidades pasadas, en quince días, lo escribió, “salió muy rápido, cuando lo tenemos dentro, los dedos obedecen mecánicamente. Quedó, a mi parecer, muy original”, dice la editora.
Según Carolyn, Francisco Ayala es autor de “un género literario de invención propia, donde la ficción y la realidad se superponen”, muchos de sus lectores confundían los cuentos con artículos de opinión y viceversa. Hasta ella misma en ocasiones no lo sabía bien, por eso está trabajando en una edición crítica de
El jardín de las delicias donde sí va a señalar dónde empieza la ficción y dónde la realidad, porque algunos de los cuentos incluidos en el libro fueron dedicados a ella como
Lloraste en el Generalife, en el que relata un pasaje que vivió ella.
Ha quedado muy satisfecha con el resultado final, “soy muy perfeccionista y si no puedo hacerlo como a mí me gusta, no lo hago”, afirmó en la presentación, mientras Lydia Díaz, directora editorial de Círculo de Lectores, asentía con la cabeza dándole la razón. Ese afán de perfeccionismo se nota en su texto y en su edición, por eso, también dio algún palo a los críticos, “se repiten mucho, una vez que alguien dice algo original, los restantes le copian, por eso creo que hay que volver a leer a Ayala de nuevo desde el principio”, dijo Richmond.
Y eso precisamente es lo que ha hecho José Manuel Blecua, Director de la Real Academia Española, que ha leído con atención las dos primeras novelas del pensador granadino, “
Tragicomedia de un hombre sin espíritu, la primera novela de Ayala, que es una obra que escribió con dieciséis años. Pocos casos como este se han dado en la historia de la literatura y aunque puede ser un poco imperfecta y en algunos pasajes se nota la edad adolescente del escritor, es una novela de mucho mérito como
Historia de un amanecer que publicó un año después que la primera”, señaló el académico.
Carolyn Richmond no se cansó de repetir que había que acercarse al escritor con ojos nuevos, leerle desde cero, admitir sus imperfecciones, “como las pudo tener Unamuno, sabiendo que eran obras de aprendizaje”, apostilló. Como también aprendió del mismo Unamuno, de Azorín, de Quevedo o de Cervantes. De ahí que crea que “los críticos han de tratarle con más respeto y comprensión porque algunos han dicho verdaderas idioteces” sobre lo que creen que son dos etapas totalmente diferentes, la anterior a la Guerra Civil y la posterior, reconociendo que la guerra sí le cortó la vida en dos, como sucedió a muchos compatriotas.
Blecua reconoció que Ayala “fue un académico ejemplar y trabajador” y se mostró encantado con la edición de sus obras, que considera un trabajo de primer orden que lleva una disposición cronológica de las obras y donde los prólogos y los apéndices son fundamentales para entender la obra del literato. Para el académico Ayala tiene dos ejes centrales, “el primero es el carácter cervantino y clásico de su obra y, el segundo, el carácter moderno de ruptura de los géneros”, señaló.
“Una vuelta al Quijote, está presente en su obra pero también está contenido su mundo del futuro, una línea que nos lleva desde Cervantes, pasando por Galdós y que desemboca en Ayala”, explicó didácticamente Blecua en su exposición. Destacó su fuerte compromiso con la realidad del momento que vivió, tanto política como estéticamente y recordó el trabajo impagable que realizó en la revista La Torre en Puerto Rico que convirtió a dicha publicación en un referente literario en los años cuarenta donde escribieron literatos de todo el mundo de primera fila.
Richmond se quejó de la tendencia actual de encasillar a los autores en categorías y, en especial, a encasillar a Ayala como escritor del exilio, “cuando volvió a España en los años sesenta sólo existían los autores del boom y los del exilio, él ya era escritor antes de exiliarse”, recordó la editora, por eso recalcó que “hay que leer a los escritores con frescura y como realmente son”.
Calificó a su marido como “un personaje tremendamente lúcido, que escribía unos textos vanguardistas como si fueran películas. Hay que repensar tanto su obra como a él mismo”, apuntó y añadió que Ayala buscaba “encontrar lo universal, lo eterno en lo efímero, como Quevedo quería encerrar la vida en un soneto”.
El editor Toni Munné calificó a Ayala, “como un escritor de primer orden, muy pocos escritores han podido atravesar el siglo como él”, que mantuvo su plena lucidez los 103 años que vivió. Lydia Díaz recordó que fue “un testigo de excepción de todo un siglo” y señaló que fue socio de honor del Círculo de Lectores. Joan Tarrida salió al paso de los rumores que señalan que Galaxia Gutenberg en su nueva etapa va a dar de lado la publicación de las obras completas de escritores. “La editorial mantiene su compromiso con la realización de las obras completas de diversos autores e incluso se aumentará. Este año, al menos van a aparecer seis volúmenes”, afirmó rotundo.
En las once obras que se incluyen en este volumen nos podremos encontrar textos de una riqueza extrema, textos sarcásticos donde el ingenio, la crítica y la severidad se darán la mano con el amor completo y complejo como la propia condición humana. Textos que nos harán sonreír, reír y hasta escandalizarnos, pero, también, pasajes que nos harán llorar y estremecer, sentir lo que es el amor y el desamor; textos que nos harán imbuirnos de vida, de una vida centenaria que recorrió un viaje de ida y vuelta a la esencia milenaria de un templo de la vida como es la Alhambra de la tierra en que nació.
Puede comprar el libro en: