Calificó al libro como “un compendio de todos estos saberes y que va al grano”, y continuó hablando sobre los iniciados que a ella más la habían impresionado, como los músicos Debussy y Beethoven o el pintor Durero, del que confesó sentirse enamorada desde jovencita al ver su autorretrato. Se felicitó porque “es una esperanza que haya cada vez más gente interesada en estos temas, como demuestra esta sala llena, y como dicen en mi tierra maña Dios los junta y el viento los amontona”.
Tras finalizar su disertación tomó la palabra Enrique de Vicente que comenzó a explicar lo que para él es el fenómeno Dan Brown y cuál es el motivo de su éxito. “Sus novelas tocan arquetipos del inconsciente colectivo. En El Código era el grial el arquetipo en el que se basaba y vuelve a ocurrir lo mismo en su nueva novela”, adujo. Esta búsqueda del grial es uno de los motivos de su extraordinario éxito, hay que recordar que esta novela ha sido la más esperada de historia, con más de cinco millones de libros vendidos en USA de su primera edición y en España la editorial Planeta sacó al mercado un millón y medio de ejemplares también en su primera edición.
El prólogo del libro lo ha escrito Javier Sierra, periodista y novelista especializado en las búsquedas esotéricas. En el mismo recomienda que antes de leer el libro de Enrique de Vicente, se lea El símbolo perdido para “asegurar su completo disfrute”. Así, quien no lo haya hecho primero, puede leer la crítica que le hicimos al libro en la web, que está siendo una de las más visitadas.
Enrique de Vicente, en un pasaje del libro, afirma que “bajo la apariencia de un thriller, Dan Brown construye una moderna novela de caballerías. En ella, la dama y el caballero parten en busca del Grial”, y esa búsqueda, con sus claves esotéricas, es lo que intenta y definitivamente consigue explicar el periodista, al que, con un bagaje increíblemente erudito, no se le escapa ninguna clave del libro.
En la presentación contó mil y una anécdotas sobre personajes y hermandades esotéricas, los Rosacruces, el Areópago o el mago John Dee, Francis Bacon, Goethe o Benjamín Franklin se someten a su bisturí y son desmenuzados para así comprender el cómo y el por qué de acontecimientos ocurridos o de la obra que han realizado. “Se creó la masonería a partir del pensamiento de Bacon”, afirmó. Washington según el autor es una ciudad con muchas claves masónicas, la catedral, el obelisco y el Capitolio son sólo la parte más significativa de éstas. “Madrid, por ejemplo, tiene muchas de estas claves, y si no sólo hay que ver el obelisco que Ruiz Gallardón ha construido en la Plaza de Castilla”, señaló.
La independencia de los países Hispanoamericanos también fue protagonizada por personajes masones. Bolívar y los líderes cubanos se encontraban entre ellos. Pasó también por el tema económico e hizo dos afirmaciones de lo más inquietantes. En la primera predijo que “este verano va a ser muy fuerte, a nivel político y climatológico” y “la economía se está hundiendo y eso va a ser para bien, es necesario morir para resucitar”.
Después de leer el libro no se puede por menos que recomendar su lectura, tanto a las personas a las que les interesa el tema esotérico como a los agnósticos. La profusión de datos, la erudición que demuestra en cada uno de los 21 capítulos, quizá otro número traído por alguna extraña razón, la amenidad con la que está escrito, son razones suficientes para que lo lean, aunque, como él mismo reconoció, está escrito a toda velocidad, lo cual ocurre también con la traducción de El símbolo perdido. Lamentablemente la editorial Planeta supedita la calidad del libro al marketing. Desde aquí pediríamos que fuesen un poco más rigurosos con obras que tienen un afán de perdurabilidad. No dejen de asomarse a las páginas escritas por Enrique de Vicente, sin duda alguna se sorprenderán de leer tantos conocimientos condensados en poco más de 300 páginas.